ejemplos de tigmotropismo positivo
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Ejemplos de tropismo positivo
1. Hidrotropismo positivo. Los ficus son célebres por migrar sus raíces hacia las fuentes de agua, levantando el pavimento de las calles y rompiendo tuberías en el proceso, por eso no se recomienda plantarlos en las cercanías de las casas.
2. Fototropismo positivo. Los girasoles son célebres por su capacidad de girar, literalmente, para encarar el sol. De esa manera se garantizan el acceso constante a la luz solar que necesitan. Según algunos entendidos, sin embargo, al no constituir una forma de crecimiento, no se trataría de fototropismo como tal.
3. Geotropismo positivo. No importa el modo en que sembremos una semilla, las raíces siempre irán conforme a la fuerza de gravedad, pues así la planta se asegura de que vayan al suelo y reciban los nutrientes necesarios para continuar su proceso de crecimiento.
4. Tigmotropismo positivo. Las enredaderas y plantas trepadoras reaccionan ante la presencia de objetos sólidos creciendo alrededor de los mismos y expandiéndose sobre su superficie. Esto hace que muchas literalmente puedan asfixiar a otras, arrebatándoles la luz y el CO2 que necesitan.
5. Aerotropismo positivo. La planta conocida como la “mala madre”, “araña” o “lazo de amor” (Chlorophytum comosum), una frecuente planta de interiores, busca los espacios aireados a su alrededor para crecer un apéndice en el extremo del cual habrá flores o un retoño nuevo, permitiendo así un mayor grado de exposición a las primeras y disminuyendo la competencia con los retoños al poner tierra de por medio.
Ejemplos de tropismo negativo
1. Fototropismo negativo. Algunas plantas acuáticas crecen en dirección contraria a la presencia constante de luz solar, o al menos a su incidencia directa, ya que ésta acarrearía tarde o temprano la evaporación del agua y por lo tanto la perjudicaría. Así, la planta crece en dirección opuesta, huyendo del sol hacia zonas más húmedas.
2. Geotropismo negativo. Así como las raíces van a favor de la gravedad, los tallos de las plantas van siempre en contra y en ello evidencian un geotropismo negativo. Esto se debe a que al germinar usualmente bajo tierra, los tallos requerirán emerger a la superficie para poder luego exponer las hojas al aire y recibir luz solar. Si crecieran como raíces, jamás darían con un ápice de luz.
3. Tigmotropismo negativo. Comúnmente, las plantas no trepadoras o no enredaderas responderán ante la presencia constante de un objeto de buen tamaño en su zona de crecimiento variando la ruta de sus tallos y procurando escapar hacia el aire libre, sobre todo si el objeto en cuestión les coarta la luz solar, el agua o el espacio de crecimiento. Esto es posible notarlo en los árboles sembrados muy cerca de edificaciones.
4. Hidrotropismo negativo. Ya que el exceso de agua puede ser tan letal para las plantas como su escasez absoluta, muchas plantas germinan en los márgenes de los lagos y ríos y crecen hacia lo seco, ya que les ofrece mejores posibilidades de sobrevivencia. Es un caso de hidrotropismo negativo, si bien dichas plantas seguirán necesitando agua para vivir.
5. Aerotropismo negativo. En condiciones eventuales de movimientos de tierra u otro tipo de eventualidades que dejaran expuestas las raíces de un árbol, éstas rehuirán al aire y buscarán volver a internarse en la tierra, cueste lo que cueste, dado que no podrán extraer sus nutrientes del aire.
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