Ejemplos de racismo etnocentrista ?
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10 Ejemplos de
Etnocentrismo
El etnocentrismo es la tendencia a pensar el mundo en base a las perspectivas inherentes a la propia cultura. Esto equivale a ubicar el propio grupo cultural o social en un centro imaginario del mundo, lo cual la supone en una relación de superioridad e importancia por encima de los demás.
Así, las tendencias etnocéntricas valoran la propia lengua, tradición, gastronomía, religión y costumbres siempre por encima de las ajenas, lo cual refuerza las sensaciones de pertenencia y la autoestima grupal, en detrimento de la capacidad de integración, la tolerancia y el enriquecimiento cultural que brindan la diversidad y la hibridez.
Este fenómeno llega incluso a darse dentro de campos de estudio pretendidamente objetivos, como las ciencias o las ciencias sociales, y a menudo son naturalizadas por los sistemas culturales hegemónicos, por lo que cuesta un esfuerzo extra desenmascararlas.
Se trata del punto de vista opuesto al del Relativismo cultural.
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Ejemplos de etnocentrismo
La conquista de América. La relación de violento irrespeto y trato esclavizante que los colonos europeos dieron a los aborígenes americanos durante la conquista del continente, es un caso extremo de etnocentrismo, cuando no simplemente de racismo. Los conquistadores ignoraron la presencia de las complejas culturas aborígenes y les impusieron su religión, lengua y modus vivendi.
La Conquista del Desierto de Argentina. Se llama así a una campaña de guerra contra las tribus indígenas (ranqueles, mapuches y tehuelches) de la Patagonia argentina, llevada a cabo por el Estado durante 1878-1885. Los occidentales consideraron el territorio indígena como “desierto” y a los pobladores como “salvajes”, lo cual justificaba su exterminio sistemático desde una perspectiva radicalmente etnocéntrica.
El exterminio nazi. A partir de una visión etnocéntrica de privilegio de la raza aria y de los pueblos germanos por encima de los demás, los nazis alemanes impusieron crueles restricciones de vida a los ciudadanos judíos bajo su gobierno, lo cual llegó a su punto climático en los campos de exterminio donde masivamente se ejecutaba a las “razas inferiores” en un caso grotesco de darwinismo social.
La yihad islámica. La “Guerra Santa” que grupos radicales islámicos afiliados al terrorismo de ISIS (Estado Islámico) emprendieron contra Occidente durante la primera década del 2000 es otro caso de extremo etnocentrismo, pues los fanáticos pretenden aplicar su código religioso al mundo entero.
El cine de Hollywood. Muchas superproducciones fílmicas norteamericanas encubren profundos preceptos etnocéntricos, al imaginar constantemente un mundo bajo asedio de fuerzas naturales o extraterrestres y dependiendo casi exclusivamente de la organización y la política norteamericanas. En estos filmes se habla del mundo como si equivaliera a los EE.UU.
La frontera mexicano-norteamericana. A pesar de haberle arrebatado un alto porcentaje de su territorio durante el siglo XIX, la frontera entre los Estados Unidos y México encarna un dilema etnocéntrico en que se asocia a los latinoamericanos con un cierto exotismo, pero se menosprecian sus reclamos históricos y sus derechos humanos, cuando estos buscan franquearse paso como ilegales en un mejor país.
La crítica literaria. A menudo se incurre en interpretaciones etnocéntricas cuando se restringe a las producciones literarias de los países periféricos que sirvan como alegoría o como postal de las condiciones reales en que se encuentra su nación; mientras que a los artistas europeos o norteamericanos se les aborda desde una perspectiva universalista.
La RAE. A pesar de que el 90% de los hablantes del español se encuentran en América, la Real Academia Española insiste, cada vez con menos eficacia, en regular la utilización del español y ejercer un control de una lengua que ya no pertenece exclusivamente a España.
Eurocentrismo cultural. Muchos discursos hegemónicos ubican a Europa como la cuna del arte en Occidente, y sus formas como vanguardia y como Bellas Artes, mientras que las de otras naciones, consideradas periféricas, son siempre tenidas como “manifestaciones artísticas”, una notoria subcategoría.
El genocidio de Ruanda. En 1994 una de las dos vertientes de la etnia banyaruanda de esta nación africana, los hutus (mayoría), intentó exterminar a la otra, los tutsis (minoría), a través de un genocidio orquestado desde las instancias del gobierno hegemónico de los primeros. Esto costó alrededor de un millón de víctimas violentas, a pesar de no existir criterios raciales ni lingüísticos que distancien a estos dos estamentos.