ejemplos de los géneros que fusionan la obra de Facundo Quiroga
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El propósito de este capítulo es presentar líneas de lectura que permitan
relacionar dos obras fundacionales de la literatura argentina del siglo XIX, “El
Matadero” de Esteban Echeverría y Facundo de Domingo F. Sarmiento y que
establezcan, también, el diálogo con representaciones del siglo XX-XXI. Su
génesis fue una actividad propuesta a los alumnos de sexto año del Liceo “Víctor
Mercante” durante el ciclo lectivo 2010. Se leyó en clase el pasaje de la
Introducción de Facundo donde la voz vociferante del narrador, en medio de una
seguidilla de signos exclamativos e interrogativos, se dirige abiertamente a los
lectores y les pregunta: “¿No habéis oído la palabra salvaje que anda
revoloteando sobre nuestras cabezas? De eso se trata, de ser o no salvajes.”
(Sarmiento: 1938, 15)1 La cita funcionó como disparador para unir el texto
sarmientino con “El matadero” y reflexionar sobre el campo semántico de
“salvajismo y barbarie”, palabras que resuenan con diferentes connotaciones en
los oídos del lector moderno de la literatura del siglo XIX.
El tema elegido subraya también la relevancia de la lectura de textos canónicos
en la escuela media. La realidad de las aulas, más allá de la heterogeneidad de
las poblaciones estudiantiles, demuestra que tanto “El Matadero” como Facundo
mantienen la capacidad de despertar en el profesor y en los alumnos nuevas
reflexiones. ¿Por qué? Tal vez por pertenecer a esa clase de textos dotados del
poder de establecer relaciones con el aquí y ahora; o de iniciar recorridos que
Civilización vs. Barbarie 10
desembocan en escenas de la vida cotidiana que también pueden ser calificadas
de “salvajes” y “bárbaras”; ciertamente por transformar a los lectores en escritores
que multiplican miradas preocupadas por problemas no resueltos de la realidad.
En este diálogo de lecturas y escrituras del ayer y del hoy de la literatura
argentina es grato comprobar que ambas obras pueden ser interrogadas según
modelos de análisis provenientes de la renovación de los estudios críticos, en
particular del neo-historicismo, la literatura comparada, las nuevas teorías
literarias, los estudios culturales. Desde esta perspectiva, a lo largo de las páginas
siguientes, se busca guiar a los alumnos en recorridos no convencionales que les
permitan reflexionar sobre los márgenes de la disciplina, explorar las relaciones de
la literatura con la historia, la sociología, la política, la estética, y de esta manera,
insertar el discurso literario en el campo de los discursos culturales.
También resulta interesante comprobar que la obra de arte puntualiza una
relación múltiple con la realidad. Esta referencialidad abierta es el espacio que
permite la intertextualidad de la obra literaria, considerándola no un producto
aislado sino un entretejido de sucedidos textos vinculables entre sí. Tal análisis
permite integrar al creador, el dispositivo generativo que produce la obra, los
sucesivos públicos, el estilo y el contexto histórico cultural. Por otra parte, el
análisis de los elementos ideológicos y retóricos permite evidenciar que la
comprensión del mensaje estético se funda también en una dialéctica entre la
aceptación y el repudio de los códigos del emisor y del receptor: “El lector que
quiera captar una obra de arte del pasado en todo su frescor no debe leerla
solamente a la luz de sus propios códigos, debe descubrir el universo retórico e
ideológico y las circunstancias comunicativas de las que partió.” (Eco: 1999, 177).
Pero, además, se intenta demorar la mirada en el plano de la escritura, en la
especificidad del oficio, y, desde ese lugar, apreciar la innovación literaria que
significa tanto “El matadero” como Facundo para las letras argentinas. Ambas
obras representan el momento inicial y de gestación de un nuevo lenguaje de
ruptura con los modelos peninsulares, capaz de configurar una literatura posible,