ejemplos de juegos con reglas para ni単os de preescolar
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Sillas musicales
El juego de las sillas musicales ayuda a los niños a resolver, de forma pacífica, una situación problemática y, que en cierta medida, es injusta, aunque siempre amistosa.
El juego es sencillo de preparar: se colocan sillas puestas en círculo, mirando hacia fuera. La cantidad de sillas que debe haber debe ser menor a la cantidad de participantes. Por ejemplo, si son 8 los niños quienes juegan, deben haber como máximo 7 sillas.
Se pone a sonar música y, mientras, los niños tienen que dar vueltas alrededor de las sillas. Una vez la música deja de sonar, todos los niños deben intentar conseguir sentarse.
El niño o niña que se haya quedado sin silla queda descartado y, tras ello, se quita otra silla. Esto se hace hasta que solo quede una silla y dos participantes. Quien sea el último en lograr tener un sitio, gana el juego.
Este juego es ideal para enseñarle a los pequeños a cómo encajar la frustración de haber perdido, que no pasa nada por no haber conseguido ganar y que, a veces, la vida es un poco injusta, pero no por ello es el fin del mundo.
2 Simón dice
El juego de Simón dice es ideal para ayudar a los niños a prestar atención y tener en cuenta unas instrucciones determinadas. El juego es bastante simple, aunque su dificultad va incrementando a medida que va progresando el juego. Una persona, quien puede ser el maestro o uno de los niños, ordena hacer un gesto, que puede ser o muy cotidiana o muy alocada.
Pero, cuidado, los niños deben hacer caso a lo que se dice siempre y cuando la instrucción empiece con "Simón dice…". Si el encargado de ordenar las instrucciones empieza diciendo la orden sin usar esa muletilla y alguien hace lo que ha dicho, queda descartado.
Por ejemplo, si se dice ‘Simón dice que os toquéis la nariz’, los niños tienen que tocarse la nariz, en cambio, si la orden es ‘Dad una patada al aire’ y uno de ellos lo hace, ha perdido. Pero no únicamente hacer algo cuando no se usa la muletilla se penaliza con la desclasificación. También no prestar atención y no obedecer cuando se ordena un "Simón dice…" implica perder.
3Escondite
Un clásico pero ideal para hacer que los niños de preescolar se lo pasen requetebién. Se trata de un juego ideal para la resolución de problemas.
Uno o varios niños se encargan de pillar mientras que el resto tiene que esconderse. El niño a quien le haya tocado buscar a los demás tiene que contar del uno al diez. En ese tiempo, los niños que se esconden deben buscar buenos lugares para no ser encontrados. Esto hace trabajar el cerebro tanto de quien pilla como quien tiene que ser pillado. El que pilla debe hacer el esfuerzo de pensar a dónde pueden haber ido el resto de sus amiguitos, mientras que los otros niños tienen que esforzarse para encontrar un buen escondite.
A medida que vayan jugando más veces, su imaginación será cada vez mayor, además de ganar experiencia escondiéndose y buscando lugares más innovadores, menos previsibles.