ejemplos de falta de autodisciplina
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. No acabas los proyectos que empiezas
No es nada raro que empieces un proyecto con mucho entusiasmo y que cuando estés a tope con él vayas perdiendo esas ganas que tenías al principio.
Incluso hay veces que lo dejas para más adelante o directamente lo abandonas porque dices que “no tienes tiempo”.
Pero no te engañes, no es falta de tiempo. Seguramente no es tu prioridad o no tienes suficiente fuerza de voluntad. No tienes un compromiso real.
Otras veces te pasa que abandonas al primer obstáculo que encuentras.
Y así tienes infinidad de ideas y proyectos a medias que te pesan cada día.
2. Te cuesta mucho crear nuevos hábitos
Sabes que los hábitos son importantes para el éxito.
Pero aunque lo normal es que empieces muy motivado, la mayoría de las veces conforme pasan los días empiezas a fallar y acabas por tirar la toalla.
Por ejemplo, te propones hacer ejercicio de forma regular porque sabes que es importante estar en forma. Empiezas muy fuerte la primera semana, pero luego… que si tengo mucho trabajo, que si estoy cansado, que si el lunes ya empiezo en serio…
Otro ejemplo son todos esos nuevos hábitos que te propones en año nuevo y luego no consigues mantener ni 3 meses.
Y es que todo el mundo puede proponerse nuevos hábitos pero son pocos los que de verdad son capaces de mantenerlos en el tiempo.
Todo esto va haciendo que te sientes mal contigo mismo por no ser capaz de cumplir con lo que tú mismo te comprometes.
3. Antepones el placer inmediato a la responsabilidad
Sabes perfectamente lo bien que te sentirías si acabaras por fin ese proyecto, si pusieras en marcha ese negocio, si aprobarás ese examen de inglés.
Pero… eres débil. Y lo sabes.
Y aunque sabes que no hay resultado sin esfuerzo, se está muy bien en el sofá, o en el solecito, o tomando unas cañas.
Te vence la pereza y acabas yendo a lo fácil.
Así le estás dejando el marrón a tu yo futuro, que tendrá que volver a enfrentarse al problema y al final acabará dándose por vencido y pensando que no es capaz de lograr lo que se propone.
Y con razón.
4. Sueles procrastinar las tareas importantes
Si, estás muy ocupado, como todos. Pero ¿por qué siempre, de todas las tareas que tienes, acabas poniéndote a hacer la tarea más sencilla en vez de la que deberías?
No lo puedes evitar, tu mente es creatividad total cuando se trata de ponerte excusas para procrastinar:
«No hay tanta prisa, lo puedo hacer mañana»
«No se como seguir, necesito más información»
«No se por donde empezar»
«Voy a mirar Facebook y Twitter a ver si me inspiro :D»
Y es que hay tareas que cuesta un mundo ponerse con ellas. Pero suelen ser las más importantes y las que de verdad te hacen avanzar.
Hay muchos motivos que te pueden llevar a procrastinar, pero la realidad es que tú sabes qué es lo que deberías estar haciendo, aunque no hagas más que poner excusas para retrasarlo