Ejemplos de contextos de justificación, descubrimiento y aplicación.
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Fue H. Reichenbach quien formuló esta distinción en Experience and Prediction en 1938. Para él una cosa es el modo mediante el cual se llega a descubrir alguna ley, teorema o cualquier otro hallazgo de carácter científico y otra muy distinta el modo en que esa ley o teorema se justifica bien sea de forma experimental, lógica o gnoseológicamente y posteriormente se incluye en el corpus sistematizado de esa ciencia. Evidentemente una vez lograda la justificación ya no se tiene en cuenta ni se hace mención siquiera a los avatares por los que pasó desde que se ideó como hipótesis hasta que llegó a ser justificada y por tanto incluida como ley o teorema de pleno derecho en el corpus de la ciencia de referencia. Detallemos más las diferencias:
1. Contextos de descubrimiento: Hace referencia a la poiesis científica, es decir, al puro hacer científico, no tan sujeto a un método como se suele decir, porque muchas veces la creatividad científica es caótica, serendípica e incluso esconde errores o irracionalidades. En cualquier caso los contextos de descubrimiento siempre se refieren a un proceso dinámico. Más exactamente a un proceso histórico. Y decimos “histórico” primero en su sentido etimológico (recordemos que “ἱστορία” [historía] hace referencia a un proceso de investigación). Los contextos de descubrimiento siempre tienen un sentido temporal, procesual, dinámico e histórico (ahora en el sentido de mirar el tiempo pretérito). Los contextos de descubrimiento son aquellos de los que se preocupan sobre todo la historia, la sociología y la psicología de las ciencias. Es decir, hace referencia a aquellos procesos históricos, psicológicos o sociológicos que han conducido de hecho a algún descubrimiento científico. Por ejemplo, la manzana que le cae a Newton en la cabeza, en el caso de que fuese verdad, pertenecería a los contextos de descubrimiento que le llevaron, según el parecer de algunos ingenuos, al descubrimiento de la ley de la gravedad. Este caso, podríamos decir, es un contexto biográfico de descubrimiento. Otro ejemplo, en este caso, al parecer, verídico: el famoso sueño de F. A. Kekulé. Según cuentan, en una ocasión, cuando Kekulé andaba detrás de cómo sería la estructura molecular del benceno se quedó dormido en su silla y le sobrevino un sueño en el que vio cómo los átomos desfilaban enlazados bailando en hileras como si fuesen serpientes. Pero he aquí que, sorprendentemente, ve cómo una de ellas, efectivamente a modo de serpiente, se muerde la cola. De repente se despierta y de esa extraña visión onírica saca, por analogía sin duda, la idea de que las moléculas de benceno, y con ellas todas las demás de la química orgánica, puedan tener forma de anillo, algo hasta entonces no considerado porque siempre se había trabajado con la posibilidad de que los enlaces fuesen lineales. Otro caso que se puede poner para ejemplificar los contextos de descubrimiento, no se sabe si verídico o no, es el caso de Arquímedes y su “eureka”. Parece ser que es Vitruvio quien cuenta cómo Herón II, tirano de Siracusa, ordenó a Arquímedes determinar si la corona de oro que había encargado fabricar a un orfebre estaba hecha completamente de oro o había metido plomo y otros metales para quedarse con el oro. Evidentemente para determinar si había o no engaño Arquímedes no podía fundir ni romper la corona. Según parece un día que estaba bañándose al meterse en el agua vio cómo ésta ascendía según él iba sumergiéndose. Fue entonces cuando gritó “eureka”, que en griego quiere decir algo así como “ya lo tengo”. ¿Y qué era lo que tenía? El modo de saber si la corona era enteramente de oro o no. A saber, si yo dispongo en una balanza la corona y en el otro brazo un lingote de oro del mismo peso que la corona y los sumerjo en agua si se desequilibra la balanza eso quiere decir que la corona está construida con otros metales. Esta experiencia se basaría en el famoso Principio de Arquímedes que viene a decir: todo cuerpo sumergido total o parcialmente en un fluido (en reposo) experimenta un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del volumen del fluido desalojado. En definitiva, para redondear, incluimos en los contextos de descubrimiento a todos aquellos procesos que de una manera o de otra influyen o conducen a un descubrimiento científico, en este último ejemplo a donde se llega es al famoso principio de Arquímedes. Otro asunto es si deberíamos tener en cuenta aquellas determinaciones que de una manera u otra influyen crítica o incluso negativamente en el desarrollo de la ciencia tales como la ética, la política o incluso la tecnología. Pero esto último es desde luego más problemático.
este podria ser un ejemplo de justificacion entonces??