ejemplos de consecuencias de los conflictos territoriales que repercuten en todos los componentes geográficos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Aunque en los mapas que consultamos habitualmente las fronteras de los países estén claramente delimitadas, tras ellas existen numerosas discrepancias que dan lugar a un buen número de conflictos territoriales a lo largo y ancho del planeta.
A día de hoy, se considera que menos de una veintena de países no tienen una diferencia territorial con otro estado. El resto —cerca de 170— mantienen discrepancias con algún vecino sobre los límites fronterizos que deberían tener. No pensemos que la mayoría son preocupantes o revisten alguna probabilidad de que estalle un conflicto. Muchos de ellos son simplemente reivindicaciones históricas que se tienen sobre algún enclave concreto, habitualmente basados en vaguedades o argumentos endebles y que por tanto no redundan en una reclamación con demasiada legitimidad.
También son frecuentes, por ejemplo, las discrepancias emanadas de fronteras mal delimitadas. A pesar de que en un mapa pueda parecer claro por dónde pasa una línea, lo cierto es que sobre el terreno esto es mucho más difícil de comprobar, y tanto en las zonas con exceso de elementos y accidentes geográficos —como zonas montañosas o selváticas— como en las que carecen de ellos —los desiertos— se hace complicado distinguir dónde empieza un país y acaba el otro.
Luego, por supuesto, están los intereses desde el simple pragmatismo, algo que se da especialmente en torno a las reclamaciones sobre islas. Según el derecho internacional, una isla habitable puede generar a su alrededor tanto aguas territoriales como una Zona Económica Exclusiva, que puede alcanzar hasta las 200 millas náuticas. Esto hace inmediatamente que el país en cuestión pueda explotar los recursos de esas aguas a su antojo. En muchos casos esto abarca desde bancos de pesca hasta hidrocarburos, por lo que estar en posesión de una pequeña isla a priori intrascendente puede generar una enorme riqueza para quien ostente su soberanía.
Sea como fuere, no podemos dejar pasar que efectivamente existen conflictos territoriales donde realmente hay una tensión y riesgos asociados. El caso de Chipre del Norte, Crimea, el Alto Karabaj, los Altos del Golán o Cachemira son focos de tensión muy enconada.
Respuesta:
La habilitación de fórmulas que contribuyan a reducir cuantitativamente y mitigar cualitativamente la virulencia de los conflictos de carácter territorial, en particular en la España autonómica, es un reto continuo que se ha afrontado desde distintas perspectivas. La ahora desarrollada se centrará en explorar las posibilidades que pueden derivarse de las estrategias compartidas por actuaciones de mediación, arbitraje o conciliación.
El trabajo rastrea, desde una referencia al constitucionalismo global, la esencia y peculiaridad de los conflictos territoriales, la peculiaridad de los conflictos territoriales y las posibilidades a explorar para su solución con carácter previo a la judicialización de los mismos.
Una mención especial se referenciará a las experiencias de apertura directa a los ciudadanos de canales de participación integrados en los mecanismos negociadores y decisorios.