ejemplo de narrador de un relatoejemplo de narrador de un relato
Respuestas a la pregunta
EN PRIMERA PERSONA:
Narrador protagonista: es como si habláramos nosotros mismos. Veamos un ejemplo:
Estuve durmiendo. Hoy me he despertado pronto. Voy a salir ahora, me siento especialmente motivado para divertirme.
Narrador testigo: Habla en primera persona, pero no es el protagonista. Un caso típico es el del doctor Watson en los relatos de Conan Doyle. El protagonista es Sherlock Holmes, pero el único que habla utilizando la primera persona del singular es Watson. Se le llama testigo porque suele ser un personaje que hace de testigo de los acontecimientos que se suceden en la narración. No interviene, o si lo hace es de un modo colateral y neutral.
Narrador en monólogo interior: intenta dar verosimilitud a personajes que de otra forma no la tendrían. Por ejemplo, en “El ruido y la furia”, Faulkner pretende mostrar el retraso mental de un niño hablando como lo haría en realidad un niño así. Otro ejemplo sería mostrar un estado onírico, o alucinatorio, etc. El escritor en primera persona y monólogo interior opta por reproducir de un modo realista esos estados de conciencia que no son los normales, o bien para expresar sentimientos confusos, o ideas caóticas, etc. Dentro de los distintos tipos de narradores, es de los más difíciles de implementar.
Narrador poliédrico: es el que adopta varios puntos de vista desde el principio. Hay varios personajes que adoptan el rol de protagonistas, pero contando los hechos desde su perspectiva. Hablan en primera persona, pero cuentan distintas cosas, incluso sobre los mismos acontecimientos. Los sentimientos, pensamientos, fantasías, etc., se acomodan a cada personaje según sus características particulares. Es también, entre los tipos de narradores, difícil de manejar, puesto que hay que ponerse (por parte del autor) en la piel de cada personaje para darle su impronta particular, su voz única.
EN SEGUNDA PERSONA:
El narrador en segunda persona se utiliza muy poco, y en el pasado todavía menos, aunque había una modalidad, la novela epistolar, en la que era muy frecuente. Las cartas se escriben en segunda persona porque nos dirigimos a un tú o a un vosotros. Ejemplos:
“Te escribo esta carta para decirte que hemos pasado un invierno angustioso, al no tener noticias de …”
“Le escribo a usted para recomendarle a mi sobrino que llegará a Londres el día…”
Hay escritores modernos que han utilizado la segunda persona para una aproximación con el lector, haciéndole partícipe de la narración. Ejemplos de tipos de narradores de este estilo serían Italo Calvino o Carlos Fuentes. Veamos un pequeño ejemplo:
No es que esperes nada particular de este libro en particular. Eres alguien que por principio no espera ya nada de nada.
Este pequeño texto es el comienzo de la novela “Si una noche un viajero”, de Italo Calvino; se dirige a un tú indeterminado que se mantiene así durante toda la narración. Es como si quisiera hablar con el lector, directamente.
EN TERCERA PERSONA:
Narrador omnisciente: es el tipo de narrador que ha predominado en la novela hasta hace muy poco. Es el narrador que lo sabe todo, de ahí el nombre. Entre los distintos tipos de narradores, es el que más podría identificarse con el autor que pretende contar una historia desde la lejanía y la objetividad, sin implicarse en el relato (lo que no siempre se consigue). Conoce el ambiente en general, conoce los pensamientos y sentimientos de sus personajes, no tiene dudas sobre ello, salvo las que puedan derivarse de la misma acción, incluso en ocasiones juzga (moralmente) a sus personajes. Llega a su plena culminación con la novela del siglo XIX: Balzac, Tolstoi, Pérez Galdós, Dickens, etc., todos ellos escribían desde ese punto de vista inicial. Lo conocían absolutamente todo sobre los acontecimientos, lo cual parece natural. Todavía hoy este tipo de narradores tiene mucho éxito, puesto que es el tipo de voz más fácil de llevar a un relato.
Narrador observador: intenta no juzgar a sus personajes. Esta sería la diferencia básica con el anterior. También se llama “narrador objetivo”, y sería como una cámara de cine, que registra lo que acontece sin participar en la acción. Por ejemplo:
Don Pablo extiende el periódico sobre la mesa y lee los titulares. Por encima de su hombro, Pepe procura enterarse. La señorita Elvira hace una seña al chico.