editorial del cuento el medallon embrujado
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Erase una vez un pueblo muy lejano, allá por la Edad Media.
Una chica llamada Penélope vivía en ese pueblo. Se bañaba en una laguna, no muy
apartada de allí.
Estaba sola, disfrutando del baño, hasta que empieza a notar que el agua se estaba
aclarando y siendo cada vez más calma, como si hubiera algo extraño, y a la vez muy
bueno. Los animales se acercaban a mirar fijamente una parte de la laguna, la más
profunda.
Penélope se pregunta: –¿Qué está pasando?
Se decía: –Es la parte más profunda y peligrosa.
La curiosidad le ganó, se aproximó poco a poco, hasta que vio algo muy brilloso e
hipnotizador. Se sumergió y pudo ver qué había allí: un medallón muy extraño.
Lo tomó, salió rápidamente del agua, se vistió y volvió al pueblo.
Llegó corriendo a la casa de Leonardo, su mejor amigo.
–Leo, Leo, ven a ver lo que he encontrado.
Leo rápidamente salió de su casa.
–¿Qué pasa? ¿Qué es?
–Es un medallón, lo encontré en la laguna, mientras me bañaba es muy extraño, me
siento atraída por él.
–Lo único que te puedo decir es que vayas a la casa de Daniel, él sabe mucho de estas
cosas.
–Está bien, ¿me acompañas?
Se fueron de prisa y le preguntaron a Daniel: ¿Qué nos puedes decir de esto?
–Es un medallón muy extraño, voy a ver si encuentro algunas escrituras que hable de
estas cosas.
–Bueno, pero pronto–, dijo Penélope. Daniel salió corriendo y entre tantas cosas
descubrió algo, y gritó:
–¡Vengan, miren esto!Leonardo y Penélope fueron con miedo y curiosidad, pensaron que podía ser de
alguna bruja o estar embrujado.
Daniel dijo: –¡Es el medallón de un sabio brujo!
Los chicos se asustaron.
Daniel siguió: –De un brujo bueno, Hamlet. Lo utilizaba para que las personas lo
quisieran, porque era feo y viejo. Anacleta, hermana de Hamlet, embrujó el medallón
para que produjera el efecto contrario. El medallón tiene adentro el alma de
Anacleta.
Penélope había tenido dudas de dejarlo en el lugar o quedárselo a escondidas de
todos.
Como Leo era su mejor amigo le contó.
Leo le dijo: –Lo que quieres hacer está mal, seguro que la bruja te está hipnotizando,
ni parpadeas y tienes los ojos rojos, mejor lo cuido yo.
Penélope, desprendiéndose del medallón que tanto le gustaba, le contestó. –Está bien,
toma.
Ambos se fueron por el camino más corto a la laguna.
Al llegar, Leo tuvo una gran idea, tirarlo juntos, cada uno con una mano, lo tiraron
inmediatamente, el viento sopló muy fuerte por unos segundos.
Explicación: