Historia, pregunta formulada por mirianbejarano22, hace 8 meses

edades de las pinturas de oswaldo guayasamin con fotos si pueden​

Respuestas a la pregunta

Contestado por MagicReyes23
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Respuesta:

Explicación:

Primero TE AMO Y DESPUES LA RESPUESTA....

Guayaquil. 14 mar 99. El nombre de Oswaldo Guayasamín (Quito,

1919 - Baltimore, 1999) sin duda

permanecerá ligado al del indigenismo ecuatoriano como uno de

sus

sustentadores principales, pero ¿esta vinculación

define su arte o lo restringe?

Madre y niño, obra del pintor Oswaldo Guayasamín ejecutada en

1983. Pertenece a la época La edad de la ternura. Los cambios

en esta parte de su creación se dan en los contenidos.

Madre e hijo es un cuadro que refleja la importancia que

Guayasamín le dio en su obra a la maternidad. Fue pintada en

1955, época dedicada a su serie Huacayñán, o Camino del

llanto, a la que dedicó 150 pinturas, y que fue la primera

edad adulta del pintor.

La edad de la ira es otra de las etapas pictóricas de

Guayasamín, que arrancó en 1962. Manos del miedo 11 pertenece

a esta serie que incluye unos 250 cuadros.

En los años cuarenta de este siglo se da la primera afirmación

plástica de carácter nacional y es también el tiempo en que

Guayasamín irrumpe públicamente en la pintura. Hasta entonces

no se había establecido lo que años atrás se había dado en la

literatura: una relación de pensamiento y contenidos entre el

escritor y una situación social a través de lo ideológico.

A esta irrupción plástica la van a caracterizar algunos

aspectos concretos: se convertirá en afirmación de un

nacionalismo artístico hasta entonces inexistente. Ese sentido

de lo nacional entraña y se basa en un subyacente patriotismo

con sentido de reivindicación social. Utiliza como inmediatos

referentes lo histórico social y lo cotidiano, o mejor aún,

los mezcla.

Finalmente proyecta no una mera visión sino un compromiso

personal, testimonial o documental de la situación del país y

de sus habitantes, siguiendo una línea de marcado sentido

expresivo.

Para la consecución de este propósito se centra este

planteamiento en lo indígena, que de este modo se erigió en

sujeto del discurso plástico y en forma símbolo de la nueva

imagen.

Naturalmente para que esto se diera así fue necesario que

coincidieran algunas motivaciones de orden interior y exterior

al arte ecuatoriano, que merecen ser analizadas aparte.

Tras una madurez pictórica

Pareciera que Guayasamín accede sin mayores titubeos a una

madurez artística, bajo influencia de un pensamiento social y

político determinado y también de uno pictórico. Sus viajes

fuera del país le facilitan un reconocimiento de lo que se

hace en ese tiempo, por lo que el problema de una expresión

formal se perfila en una línea cuyos antecedentes ya los había

recibido en la Escuela de Bellas Artes.

Pero si retratos y desnudos de la primera mitad de la década

del 40 lo muestran formal en un naturalismo que de modo obvio

acentúa su intención de ser realista, es porque aún no están

formalmente definidas sus búsquedas expresivas. En otras

palabras, su ya latente necesidad de expresión interior se

mediatiza con el peso del dibujo realista, con la sujeción a

lo que es el modelo referencial o a lo que percibe como

aspectos de una realidad concreta.

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