duda mitológica de renato descartes de la antiguedad porfa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1- Dudamos en primer lugar de que las imágenes de las cosas, conocidas a través de los sentidos, sean fieles a la realidad, pues ocurre que a veces los sentidos nos han engañado, especialmente en la apreciación de las cualidades, que tienen que ver con las distancias y el tamaño de los objetos. Y como del que nos engaña una vez, ya no podemos estar seguro de que vaya decir la verdad, hay que empezar momentáneamente por dudar del testimonio de los sentidos . Con esta duda ponemos entre paréntesis múltiples conocimientos, todos los que hemos alcanzado con el testimonio de los sentidos.
2- Dudamos incluso de la existencia del mundo material, de los cuerpos en general y del propio cuerpo, por no poder distinguir si velamos o estamos dormidos. Esta clase de duda (la duda del mundo material) es más radical que la anterior, pues no se trata sólo de que el mundo quizás no sea como nuestros sentidos nos dicen, sino que ni siquiera tenemos razones claras para asegurar que el mundo sea, que exista. En efecto, dice Descartes, creemos en la objetividad de lo real, por la intensidad con que percibimos las cosas cuando estamos despiertos. Sin embargo, a veces, el sueño nos produce una apariencia de objetividad, y al soñar las imágenes de nuestra mente se nos aparecen con igual intensidad que las de la vida real. ¿ Cómo sabemos que no estamos ahora soñando, cómo sabemos que la vida de la vigilia no es también un sueño ? ( Obsérvese el paralelismo con la idea de Calderón). No vale recurrir de nuevo a la intensidad de la percepción diurna, pues esa intensidad de la percepción aparece, puede aparecer también, en las pesadillas y en el mundo de los sueños. La imposibilidad de distinguir el sueño de la vigilia nos lleva a dudar momentáneamente del mundo material .
3- Pero no sólo hay razones para dudar de las verdades sensibles y de la existencia del mundo, sino incluso de las verdades racionales, como las matemáticas, que no quedan afectadas por las dos clases de duda, ya expuestas. En efecto, si nuestra mente estuviera manipulada por un genio todopoderoso y malvado, que nos alterara la evidencia racional, incitándonos, por ejemplo, a considerar lo falso como verdadero y lo verdadero como falso, hasta las verdades
racionales, que se fundan en esta evidencia de la razón, habrían de ser puestas en duda (duda hiperbólica). En este caso también habría que dudar de que 2± 3 son 5, pues la única razón que tengo para afirmarlo es la certeza con que mi razón me lo muestra. ¿Y si tengo alterado el criterio de certeza, qué otra prueba puedo tener de su verdad?
En este momento, puedo decir que ya dudamos de todo, que no hay ningún contenido indudable. Pero, entonces ¿es que no es posible encontrar ninguna verdad absoluta?
Sí es posible. Ya la hemos encontrado, al final del proceso de la duda, pues está fuera de toda duda que yo estoy dudando. Yo dudo, yo pienso (aunque no sepa silo que pienso es cierto, ésta es la primera verdad indudable. Este es el primer axioma de la filosofía de Descartes .
Explicación:
ahí está la respuesta