Doy puntos, Leer CUENTO y decir cuál es la moraleja, Tiene que rimar las palabras de la moraleja, ayúdenme por favor
Cierto día en el campo, mi abuelito me había llamado, de lo ordinario a lo extraño, esta es la historia que me ha contado.
Hace mucho tiempo, en un pueblo muy pequeño, habían muchos rumores de que existía un ratero, que se llevaba las cosas de las personas al dormir, que no aparecían aún buscaran en Madrid.
y como era un pueblito, todo minúsculo y tranquilo, todos sospechaban de que podría ser Pablito
Pablito era un recién llegado, muy inteligente e inocente, pero vino alguien a decirle, lo que estaban por hacerle
—Pablo! Pablo! — decía el herrero — ¡Creen que tú eres el ratero! Si no hacemos algo… ¡podrían botarte del pueblo!
Pablito confundido, no sabía que decir, ya que el siempre fue amable con la gente de allí, ahora tenia que buscar pruebas de que no fue el, quién con mucho miedo, salió del pueblo al atardecer.
Pablito desesperado, algo tenía que hacer, para que su Inocencia pueda exponer, mientras descansaba, bajo el árbol al anochecer, escucho unos ruidos provenientes del río que se veía al frente.
Se acercó silenciosamente, al río de un nombre no muy decente, que con mucho asombro, vio algo bastante sorprendente…
Ahí estaban ellos, bañándose al ritmo de un tambor, que con muchas joyas y lujo, bailaban a un baile estremecedor, su pelaje azul era lo que más resaltaba, con forma de mono saltaban y saltaban, ¿Que podrían ser? Se preguntaba Pablito, que apenas se acercó, las “cosas” pegaron un grito.
Que eran? No podría decirte con exactitud, lo único que sé, es que tenían las cosas que se buscaban con tanta esperanza, El reloj del ingeniero, el hacha del herrero, el collar de la dama, hasta el perro del señor carpintero!
Al fin, después de tanto tiempo encontró lo que quería, ahora podría probar su inocencia, ¡que feliz todos estarían!
Estaba tan feliz, que no se daba cuenta de lo que se acercaba, que con mucha cautela...Pum! Le dieron en la cabeza.
Pablito al despertar se encontraba en una cueva, que con mucha alegría, las “cosas” saltaban y reían, de que al fin ahora nadie les molestaría.
Pablito al no saber lo que está sucediendo, les pregunta que es lo que está pasando, que porque quitaron cosas a las personas, si ellas no les hicieron daño.
Después de tanto jaleo, las “cosas” respondieron, que con mucha seña y mímica, Pablito pudo entenderlos.
Los Grendels se hicieron llamar, hartos estaban de cantar, querían hacer algo que les divirtiera más así que la aldea fueron a buscar
Después de mucho indagar al fin pudieron encontrar, lo que sería su diversión, ¡hurra! ¡Hora de festejar!
Tras 7 días de fiesta, con mucho lujo y precaución, se divertían bastante, como nunca ¡que emoción!
Algo que no sabían Los Grendels era el daño que le causaba a la gente, pobrecitos de ellos, ¿como podrán entretenerse?
Pablito les dijo:
—Amigos míos —decía con mucho dolor— ustedes están hurtando, a eso lo llaman diversión?
Los Grendels no podían entender, ¿que significaba hurtar? ¿Una nueva forma de jugar? Pablito les explica:
—Hurtar es el acto de agarrar algo que no es tuyo sin permiso, ya sea por qué lo desea o porque no lo tiene y eso lo desespera y lo peor es que al final todo tiene consecuencias.
Pablito sigue explicando:
—Un Grendel puede hurtar porque le gustan las cosas fáciles, tal vez porque no quiere trabajar y solo le gusta jugar y jugar… Sabes como se siente? Amigo Grendel? que al despertar, un niño no encuentre su juguete?
—Sabes cómo se siente? Amigo Grendel? Que tu peluche de siempre, no esté en donde debe?
Poco a poco la mente de los Grendels se empezaban a aclarar, todo lo que hacían día a día estaba muy mal, “nosotros no somos así” decían los Grendels, quienes lo único que querían, era felicidad y juguetes.
Pablito les decía, que los podrían perdonar, si las pertenencias a sus dueños entregarían ya…
Y así poco a poco empezaron a trabajar y decidieron entre todos más nunca hurtar, y devolvieron las cosas a todos los habitantes, quienes con mucha felicidad decidieron celebrar, ¡de que ya los Grendels no iban a hurtar más!
En cuanto a Pablito, su inocencia demostró, la gente del pueblo, muy arrepentida pidió perdón, ya que en el fondo sabían que Pablito era de buen corazón…
¿¿Cuál es la moraleja del cuento?? Tiene que rimar!!!
Respuestas a la pregunta
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Respuesta:
Moraleja: Antes de culpar a otros de nuestros males, veamos antes si no los causa alguien mas.
Explicación:
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la moraleja es:
Nunca agarres cosas sin el permiso de los demas, ya que no sabes el daño que puedes causar. denada
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