DOY CORONA ¿Cómo ese país se ha visto afectado en su economía? ¿Qué
sectores han tenido más impacto?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Brasil es la novena economía más grande del mundo. El país sigue trabajando para reconstruirse tras la recesión que ocurrió seis años atrás, cuando la economía se contrajo en casi 7%. Desde entonces, Brasil no ha podido crecer con el mismo ritmo al que estuvo acostumbrado durante la década antes de la recesión. Posteriormente, la economía de Brasil mostró una lenta pero continua recuperación, que se vio luego interrumpida por la irrupción de la pandemia de COVID-19: en 2020, el PIB se contrajo en -5,8%. Según las previsiones del FMI de octubre de 2020, la economía debiera recuperarse en 2021, con un crecimiento de 2,8%, y luego 2,3% en 2022. En su actualización más reciente de enero de 2021, el Informe sobre las Inversiones en el Mundo del FMI revisó al alza sus proyecciones para Brasil, indicando un 3,6% en 2021 y un 2,6% en 2022 (lo que corresponde a una diferencia de +0,8% y +0,3% respectivamente con respecto a las proyecciones de la OMC de octubre de 2020).
En 2020, la tasa de inflación fue estimada en 2,7%, y se estima que debiera seguir estable, con 2,9% en 2021 y 3,1% en 2022, a pesar de la pandemia de COVID-19. Aún así, los precios han partido al alza en 25% desde la recesión —sin que lo sueldos conozcan la misma suerte. Por ello, aunque la inflación hoy está controlada, el consumo privado aún debe recuperarse. El gobierno brasileño asegura que lo peor para la economía ya quedó atrás, y al mismo tiempo no da señales de que quiera relajar su compromiso con la austeridad y la estricta disciplina fisca. La deuda del gobierno hoy es de 101,4%, y debiera aumentar en los dos próximos años, a 102,8% en 2021 y 103,5% en 2022. El país sigue sumido en la deuda, y el presidente afirma que el principal problema es el sistema de pensiones, argumentando que las personas se jubilan demasiado pronto y con demasiados beneficios. Como resultado de esto, el senado pasó un decreto para la muy discutida reforma de las pensiones —cuyos efectos aún no se perciben. La balanza presupuestaria del gobierno registró un déficit de 14,7% en 2020, una tasa que fue considerablemente superior que en los años anteriores debido a la pandemia, pero se prevé que debiese bajar en 2021 y 2022, manteniéndose estable en torno a 5%. Para mitigar el impacto del COVID-19, el gobierno implementó una serie de medidas fiscales, añadiendo 12% del PIB, lo que incluyó el aumento del gasto en salud; ingreso temporal para apoyar a los hogares de bajos ingresos; interrupciones fiscales temporales para trabajadores que fueron cesados temporalmente o a los que se les recortó el horario laboral; impuestos y aranceles más bajos para suministros médicos esenciales; y nuevas transferencias desde el gobierno federal a los gobiernos estatales. Adicionalmente, los bancos públicos ampliaron las líneas de crédito para comercio y hogares, y el gobierno respaldó en más de 1% del PIB las líneas de crédito a pymes para pagar costos salariales, capital de trabaja e inversión.
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