dos variables que modifican el estímulo al trabajar con HIIT
Respuestas a la pregunta
Por qué el entrenamiento HIIT puede ser una buena opción
El aumento enfermedades crónicas en el último tiempo es un fenómeno asociado con el estilo de vida de la población, los hábitos alimenticios y el sedentarismo. Esto conlleva problemas como la obesidad o la resistencia a la insulina, condicionando patologías cardiometabólicas como lo son la hipertensión arterial y la dislipidemia, favoreciendo así el desarrollo del síndrome metabólico.
El tratamiento para estas patologías consiste en un manejo farmacológico, cambios en los hábitos alimenticios y el aumento de la actividad física diaria, según las recomendaciones mundiales.
Actualmente los programas de entrenamiento están orientados a un método continuo de baja intensidad, pero de larga duración, para mejorar los parámetros alterados. Sin embargo, han surgido nuevas estrategias de intervención como el entrenamiento de intervalo de alta intensidad (HIIT), que ha evolucionado como un modelo de intervención eficaz, con un gran impacto en el estado de salud en la población.
El HIIT es un tipo de entrenamiento que se caracteriza por esfuerzos de alta intensidad y corta duración, alternados con periodos de descanso o recuperación activa a baja intensidad, con patrones motores cíclicos como correo, trotar u otra similar; o acíclicos, como ejercicios de fuerza con cargas externas, pudiendo utilizar bandas elásticas, mancuernas o discos, por nombrar algunos. El tiempo total en HIIT debería ser mayor que el tiempo que una persona puede alcanzar en una sesión de ejercicio continuo a la misma intensidad hasta el agotamiento.
Una de las principales ventajas del HIIT con respecto a otros tipos de entrenamiento de menor intensidad es que este, aun teniendo resultados similares, requiere menos tiempo para su realización. Como consecuencias se ha inferido que el HIIT mitigaría una de las principales barreras a la hora de realizar ejercicio: la falta de