dos párrafos sobre la inclusión laboral de la mujer
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Respuesta:
Explicación:
La tasa de participación femenina en el mercado laboral colombiano ha sido la de mayor crecimiento en la región desde mediados de los 80 hasta principios de este siglo.[1] Como lo ilustran Amador, Bernal & Peña, “mientras que en 1980 la tasa de participación laboral femenina de Colombia era la segunda más baja de la región, superando únicamente la de Costa Rica, en 2004 ésta fue la más alta de la región, igualada únicamente por Uruguay.” (Amador, Bernal & Peña, 2013, p.3). Cabe entonces preguntarse acerca de los hechos que permitieron la integración acelerada de la mujer en el mercado laboral. Este ensayo enuncia y explica los cambios institucionales, sociales y demográficos que posibilitaron dicho aumento de la participación femenina en la economía. En síntesis, se argumenta que un ambiente de instituciones eficaces (enfocadas hacia la integración de la mujer en la sociedad), la disminución en la tasa de fecundidad, mayor tiempo libre y mayor educaciónfue lo que permitió la incorporación femenina en el mercado laboral.
En primer lugar, desde mitad del siglo XX se dieron ciertas innovaciones institucionales que les dieron mayor autonomía a las mujeres. Estos cambios institucionales establecieron el contexto en el que se darían los demás cambios sociales y demográficos. El primer cambio fue el plebiscito de 1957 en el cual se estableció el voto para las mujeres y por tanto fue su boleto de entrada a la política de hecho. Como lo reseñó Armando Gómez en 1991: “A partir de ese momento, las mujeres tendrían los mismos derechos políticos de los varones.” (Gómez, 1991). Sin embargo, esto no significa que antes las mujeres no hicieran política. Basta con ver las columnas de Soledad Acosta de Samper para darse cuenta que desde principios del siglo XX las mujeres buscaban entrar a la sociedad de manera más activa. A pesar de esto, no es hasta el plebiscito que las mujeres empiezan a actuar en la política. Esta participación política de la mujer resultó en el aumento de reformas más feministas. Lo explica mejor la ex senadora y ex ministra María Elena de Crovo, quien ocupó una curul en el Congreso de la República entre 1966 y 1970 y posteriormente fue ministra de trabajo:
Estoy muy orgullosa de los aportes que he hecho al mejoramiento de la calidad de vida de las mujeres. En primer lugar, desde mi tribuna en el Congreso de la República, cuando fui senadora en el gobierno del presidente Carlos Lleras Restrepo, presenté muchos proyectos de Ley, por ejemplo para que aumentara el presupuesto de la nación para educación, para la definición de políticas a favor de la familia que condujeron, por ejemplo a la creación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y los mecanismos para su financiación (García, párrafo 5).
Estos esfuerzos que se dieron desde el gobierno desembocaron en una defensa de la mujer en términos institucionales. El principal triunfo de este empeño se dio con la Constitución de 1991. Allí, la mujer se igualó al hombre en términos de derechos pero además se le dio especial protección por el simple hecho de ser mujer. Así pues, el artículo 43 reza:
La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviere desempleada o desamparada. El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia.
Asimismo, la Constitución Política profundiza e insta en el estatuto del trabajo (artículo 53) que se le debe dar “protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad.” Estos cambios sembraron el escenario en el cual se daría el aumento de la participación femenina en el mercado laboral.
Ahora bien, el primer cambio social importante que se dio fue la evolución de la tasa de fecundidad, la cual ha disminuidodesde 1985 e inclusoantes. De hecho, y según explica la Revista de Información Básica presentada por el DANE en el 2007, la fecundidad “ha venido descendiendo de manera significativa en las últimas décadas en el país, influenciada por una serie de factores determinantes”. Además, especifica que su intensidad ha variado pues “ha sido de mayor intensidad en el periodo 1993 – 2005, en el cual el nivel de la fecundidad ha presentado un caída del 21 por ciento”, y esto contrasta con la disminución en la década anterior en la cual “la disminución registrada entre los censos de 1985 y 1993 que fue solamente del 3,6 por ciento.” Este hecho se ve más claramente expresado en el cuadro 7 que muestra como el tamaño del hogar promedio colombiano ha disminuido en dos personas entre 1970 y 2005[2].
Además, la crianza de los hijos, como lo exponen Olarte y Peña (2010) está fuertemente ligada conla posición de las mujeres en el mercado laboral. En sus