¿Dónde se aplican las escalas en el mundo?
Respuestas a la pregunta
El primer contacto de la mayoría de los niños con la vastedad del planeta Tierra suele ser un mapamundi sobre la pared del aula escolar. A través de esos mapas, los críos más curiosos pueden descubrir dónde están ciudades como Nueva York, el tamaño de países como Rusia, y, también, en el caso español, que nuestro país está en el centro del mundo mundial (cosas de que el meridiano de Greenwich pase por la Nacional II). Ya tendrá tiempo de desilusionarse al respecto.
Los mapas que, cuando yo era crío, veía en los libros de texto y en las paredes de mi clase, tenían algo raro. Yo sabía que Groenlandia era mucho más pequeña que Australia, pero en esos mapamundis la isla ártica aparecía bastante más grande que el continente australiano. El problema es, simplemente, que es imposible representar fielmente una superficie esférica, como la de la Tierra, en una rectangular.
La proyección más usada en los mapas es la Mercator, en la que está basada el mapa sobre estas líneas. Toma su nombre de Gerardo Mercator, un cartógrafo belga que vivió en el siglo XVI.El problema de cualquier mapa es que es matemáticamente imposible representar fielmente una superficie esférica sobre una plana. Cualquier mapa debería respetar dos medidas; el área, y los ángulos, es decir, las formas de los continentes. Pero, como decían en el anuncio de Kinder Sorpresa, no puede ser, son tres deseos. Uno se puede intentar aproximar, pero nada más.
La proyección de Mercator respeta los ángulos (es decir, que los paralelos y los meridianos se cruzan siempre en ángulo recto), y, por tanto, no hace lo propio con las áreas. Es una proyección cilíndrica. En la Wiki explican muy bien cómo funciona, aproximadamente:
La proyección se basa en el modelo ideal que trata a la tierra como un globo hinchable que se introduce en un cilindro y que empieza a inflarse ocupando el volumen del cilindro e imprimiendo el mapa en su interior. Este cilindro cortado longitudinalmente y ya desplegado sería el mapa con proyección de Mercator.
La principal ventaja del mapa de Mercator es que permite trazar sobre él trayectorias loxodrómicas, es decir, que una línea recta en el mapa equivale a una trayectoria con rumbo constante en la realidad, algo muy útil para la navegación. En la zona central del mapamundi la cosa funciona más o menos bien. El problema es que, al acercarse a los polos, los paralelos son cada vez más cortos, y, sin embargo, en el mapa se representan de igual longitud que el propio Ecuador, algo necesario para mantener los ángulos rectos. El Ecuador mide 40.076 kilómetros de longitud (más o menos), el paralelo 70*, 13.706, y el paralelo 80, 6.958. El extremo norte de Groenlandia, el cabo Morris Jesup, se encuentra a una latitud de 83º37′ N. A esa distancia del Ecuador, la circunferencia de la Tierra mide tan solo 4.626 kilómetros. Pero se representa como si midiera nueve veces más. Se comprende, pues, la enorme distorsión de la proyección Mercator, que representa Groenlandia tan grande como África, cuando es catorce veces más pequeña.
Mapamundi realizado con la proyección de Van der Grinten
En esta proyección tanto los paralelos como los meridianos son arcos de circunferencia. Ni las formas ni las áreas son representadas fielmente, pero, al estar inscrita en un círculo, da una apariencia de realidad que otras proyecciones no tienen. Eso sí, la distorsión es enorme, casi tanto como en la Mercator, como muestra el enorme tamaño de Groenlandia en comparación con el resto del mundo.
Otra manera de representar la superficie terrestre dentro de un círculo es la proyección azimutal. Básicamente consiste en trasladar a un plano una vista cenital del globo terráqueo. Para mapas regionales (por ejemplo, de las islas del Pacífico) funciona bastante bien, pero representar con ella la Tierra entera da un resultado sorprendente.
Mapamundi realizado con la proyección de Molleweide. Los territorios situados en los bordes del mapa se reprsentan muy distorisionados. Ver, por ejemplo, Nueva Zelanda, Alaska, o la zona oriental de Rusia.
Las proyecciones sinusoidal y Molleweide son pseudocilíndricas. La principal característica, grosso modo, de ambas, es que los paralelos se representan como su propio nombre indica, paralelos. Basándose en ellas, a principios del siglo XX Alphons Van der Grinten creó una proyección que, si bien no respeta ni los ángulos ni las áreas, se hizo muy popular al convertirse en la proyección de referencia para la National Geografic Society entre 1922 y 1988.