Don Álvaro entra por el balcón y se echa en
los brazos de Leonor.
Doña Leonor. —¡Dios mío! ¿Qué ruido es
este? ¡Don Álvaro!
Curra. —Parece que han abierto la puerta
del patio... Y la de la escalera...
Doña Leonor. —¿Se habrá puesto malo mi
padre?...
Curra. —¡Qué! No señora, el ruido viene de
otra parte.
Doña Leonor. —¿Habrá llegado alguno de
mis hermanos?
Don Álvaro. —Vamos, vamos Leonor. No
perdamos ni un instante.
(Vuelven hacia el balcón, y de repente se ve
por el resplandor de antorchas de viento, y se
oye galopar caballos.)
Doña Leonor. —Somos perdidos… estamos
descubiertos… imposible la fuga. […] ¡Ay,
desdicha de mí!... Don Álvaro, escóndete…
aquí… en mi alcoba.
[…]Don Álvaro. —(Resuelto.) No, yo no me
escondo.... No te abandono en tal confl icto.
(Prepara una pistola.) Defenderte y salvarte
es mi obligación.
Doña Leonor. —(Asustadísima.) ¿Qué intentas? ¡Ay! Retira esa pistola, que me hiela la
sangre... Por Dios suéltala... ¿La dispararás
contra mi buen padre?... ¿Contra alguno de
mis hermanos?... ¿Para matar a alguno de
los fi eles y antiguos criados de esta casa?
Don Álvaro. —(Profundamente confundido.) No, no, amor mío... La emplearé en dar
fi n a mi desventurada vida.
Doña Leonor. —¡Qué horror! ¡Don Álvaro!
EsCena vIII
(Ábrese la puerta con estrépito, después de
varios golpes en ella, y entra el Marqués,
en bata y gorro, con un espadín desnudo
en la mano, y detrás, dos criados mayores
con luces.)
Marqués. —(Furioso.) ¡Vil seductor!…
¡Hija infame!
Doña Leonor. —(Arrojándose a los pies de
su padre.) ¡Padre! ¡Padre!
Marqués. —No soy tu padre… Aparta… y
tú, vil advenedizo…
Don Álvaro. —Vuestra hija es inocente…
Yo soy el culpado… Atravesadme el pecho.
(Hinca una rodilla.)
Marqués. —Tu actitud suplicante manifi esta lo bajo de tu condición…
Don Álvaro. —(Levantándose.) ¡Señor
marqués!… ¡Señor marqués!…
Marqués. —(A su hija.) Quita, mujer inicua. (A Curra, que le sujeta el brazo.) y tú
infeliz, ¿osas tocar a tu señor? (A los criados.) Ea, echaos sobre ese infame, sujetadle, atadle…
Don Álvaro. —(Con dignidad.) Desgraciado del que me pierda el respeto. (Saca una
pistola y la monta.)
Doña Leonor. —(Corriendo hacia Don Álvaro.) ¡Don Álvaro!… ¿Qué vais a hacer?
Marqués. —Echaos sobre él al punto.
Don Álvaro. —¡Ay de vuestros criados si
se mueven! Vos solo tenéis derecho para
atravesarme el corazón.
Marqués. —¿Tú morir a manos de un caballero? No; morirás a las del verdugo.
Don Álvaro. —¡Señor marqués de Calatrava! Mas, ¡ah!, no; tenéis derecho para
todo… Vuestra hija es inocente… Tan
pura como el aliento de los ángeles que rodean el trono del Altísimo. La sospecha a
que puede dar origen mi presencia aquí a
tales horas concluya con mi muerte, salga
envolviendo mi cadáver como si fuera mi
mortaja… Sí, debo morir…, pero a vuestras manos. (Pone una rodilla en tierra.)
Espero resignado el golpe; no lo resistiré;
ya me tenéis desarmado.
(Tira la pistola, que al dar en tierra se dispara y hiere al Marqués, que cae moribundo en los brazos de su hija y de los criados,
dando un alarido.)
Marqués. —¡Muerto soy!… ¡Ay de mí!…
Don Álvaro. —¡Dios mío! ¡Arma funesta!
¡Noche terrible!
Doña Leonor. —¡Padre, padre!
Marqués. —¡Aparta; sacadme de aquí…,
donde muera sin que esta vil me contamine con tal nombre…
Doña Leonor. —¡Padre!...
Marqués. —Yo te maldigo.
(Cae Leonor Don Álvaro,
que la arrastra hacia el balcón.)
Duque de Rivas
Resolvemos y luego compartimos con la clase.
a. ¿Por qué Doña Leonor y Don Álvaro se aterrorizan al escuchar que se aproximan los caballos? Explicamos.
b. ¿Por qué razón Don Álvaro se humilla ante el Marqués?
c. En el texto, ¿cuál es la razón por la que el Marqués le dice «¿Tú morir a manos de un caballero? No; morirás a las del verdugo» a Don Álvaro?
d. ¿Por qué el texto pertenece al Romanticismo literario? Explicamos con características
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Obra
Don Álvaro o la fuerza del sino
Resolvemos y luego compartimos con la clase.
a. ¿Por qué Doña Leonor y Don Álvaro se aterrorizan al escuchar que se aproximan los caballos? Explicamos.
Porque saben que los han descubiertos que planeaban una escapada porque no querían seguir viéndose a escondidas y mientras hacían las maletas, se vieron sorprendidos por El Marqués y dos criados mayores.
b. ¿Por qué razón Don Álvaro se humilla ante el Marqués?
porque Don Álvaro no tenía ninguna intención de matar al Marqués y por eso tiró la pistola al suelo y accidentalmente se disparó y le dio. Por eso al ver tal acción causada por el se sintió humillado.
c. En el texto, ¿Cuál es la razón por la que el Marqués le dice «¿Tú morir a manos de un caballero? No; morirás a las del verdugo» a Don Álvaro?
Porqué el Marqués tiene un nivel social alto y no se puede manchar las manos con plebeyo por eso le dice que morirá a la mano de un verdugo y no a la de un caballero como el
d. ¿Por qué el texto pertenece al Romanticismo literario? Explicamos con características.
Porque el espíritu romántico aparece por la exaltación del yo, que lleva al subjetivismo. También porque tiene como principales características la Rebeldía, Nacionalismo; individualismo y egocentrismo.
Explicación: