Historia, pregunta formulada por maarcoz1223, hace 15 horas

DOMINGO Mi hijo y yo... Domingo Es un muchacho bueno, inocente pero no ingenuo, se enfrenta diariamente los grandes problemas de la humanidad y tiene grandes propósitos para su vida. Un día quiere ser un artista, al otro quiere ser un doctor, después quiere ser un científico, luego quiere ser un militar, días más tarde solo quiere construir una casa al lado de la de su madre para vivir por siempre junto a ella. La vocación no le interesa por el momento; pero hoy es un dia coyuntural en su vida... es el día de ver sus caricaturas. ¿Qué pasa por la mente de David, mi hijo de nueve años que madruga un domingo a las 10 de la mañana para ver caricaturas? ¡Grandes problemas filosóficos por supuesto! Estoy completamente convencido que ve en Tom y Jerry el ejemplo perfecto del Homo hominis lupus de Hobbes. Me sorprende que un niño a tan temprana edad pueda llegar a tan elaboradas conclusiones, aun cuando confunde las palabras al hablar y nunca en su vida ha escuchado algo en latin. ¿Qué pasará en realidad por esa mente? De seguro su cerebro se expresa con elaboradas conceptualizaciones dado que la genética ha hecho efecto y mi hijo es tan inteligente como yo. Juntos, caminemos juntos... Domingo Hoy mi buen muchacho no se levantó a ver sus caricaturas. Haciendo caso omiso al nuevo código de policía mi vecino puso su equipo de sonido a todo volumen y trasnochó a medio barrio; esa rumba estuvo buena, digna de la quinceañera. Mi hijo, a las diez de la mañana aún duerme y cómo despertarlo si es domingo, estamos trasnochados y ya ha hecho todas sus tareas. Mi esposa duerme. Hijo de tigre sale pintado. El hambre me impele a satisfacer mi necesidad natural. Todavía se escucha la música sonar y mientras el agua hierve antes de colar el café escucho: “yo también tuve veinte años y un corazón vagabundo, yo también tuve alegrías y profundos desengaños... yo también tuve veinte años que en mi vida florecieron, veinte años que a mi llegaron se fueron y no volvieron." Esa canción penetró mi mente y pensé: yo también tuve nueve años...y mientras lo pensé, el agua del café se consumió en la estufa. Otra oportunidad que nos da la vida... Domingo Y de repente volvemos a la vieja usanza. El gato quiere hacer del ratón un sándwich y, mientras lo intenta, mi hijo se ahoga de la risa por la persecución. Al final de la risotada, este filósofo de nueve años mientras toma su café, hace uso de su capacidad de asombro y atónito me dice: después de tantos intentos no tiene sentido. Me asombra tal capacidad reflexiva de David. Luego me pregunta: ¿Por qué el gato persigue tantas veces al ratón​

Respuestas a la pregunta

Contestado por castronazareth98
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Respuesta:

no entendí no v3&¢∆, pero la "historia" está interesante

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