doh
LA BOTELLA Y LA MUJER
Natalicio de María Talavera
I
Disputaban por
saber
un pastor y un lechuguino
cuál es el tesoro más fino:
¿la botella o la mujer?
Aquel dijo, a mi entender
es más sabrosa y más bella
la botella
IT
Cuando exhausto de fatiga
bajo un ombú me reclino
de Baco el licor divino
todas mis ansias mitiga:
allí es mi mejor amiga,
mi sol, mi luna, mi estrella
la botella.
VIT
No siempre, dijo el pastor,
porque salen camarada
a la estocada por cornada
el fastidio
у
el
amor,
más mi prenda es superior
pues no es falaz como aquella
la botella.
VIII
Cuantos más besos le doy
más me inflama y enardece
y cuando aquel desfallece
yo más animado estoy:
Papa, Rey, Príncipe soy
sin que me cause querella
la botella.
IX
Dama que no pide y da
grata aun después de gozada
cuando la ven más preñada
tanto más virgen está,
sin mujer muy bien me va
porque me suple por ella
la botella
Х
Silenciosa y no profana
un tapón tiene su boca
aunque a celos no provoca.
Tal vez cierta dama-Juana,
espera su turno ufana
y a su rival no atropella
la botella.
XI
Mujer dijo el lechuguino,
XIII
Tiene el hombre una aflicción,
gime solo... y de
repente
ve a su amada, y luego siente
(tas, tas, tas el corazón: )
porque innata afección
le dice que es su placer
la mujer.
XIV
En esto se dejan ver
Baco y Cupido abrazados
y dicen: - Callad cuitados
que no os sabéis entender:
todo puede complacer
tomando en medida bella:
la mujer y la botella
la botella y la mujer.
XV
FALLO
La sentencia pronunciada
no le cuadra al "Cabichu 'i:
porque el fallo sale ahí
de la parte interesada,
que no puede al parecer
dar sentencia equilibrada,
ni juzgar si es más bella
la mujer o la botella.
XVI
Un tercero en la cuestión
que intervenga es menester;
y que, oída la razón
del pastor y del lechuguino,
con un tacto justo y fino
de juez cumpla el deber,
El que empieza a envejecer
se refocila imagino
más en dos cuartas de vino
que en seis cuartas de mujer,
porque siempre está en su ser
sin melindres de doncella
la botella.
IV
Calla, -dijo el lechuguino-
sólo un hombre sin templanza
puede poner en balanza
a las mujeres y al vino;
¿quién suaviza el cruel destino?
¿quién da el supremo placer?
La mujer.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:doh
LA BOTELLA Y LA MUJER
Natalicio de María Talavera
I
Disputaban por
saber
un pastor y un lechuguino
cuál es el tesoro más fino:
¿la botella o la mujer?
Aquel dijo, a mi entender
es más sabrosa y más bella
la botella
IT
Cuando exhausto de fatiga
bajo un ombú me reclino
de Baco el licor divino
todas mis ansias mitiga:
allí es mi mejor amiga,
mi sol, mi luna, mi estrella
la botella.
VIT
No siempre, dijo el pastor,
porque salen camarada
a la estocada por cornada
el fastidio
у
el
amor,
más mi prenda es superior
pues no es falaz como aquella
la botella.
VIII
Cuantos más besos le doy
más me inflama y enardece
y cuando aquel desfallece
yo más animado estoy:
Papa, Rey, Príncipe soy
sin que me cause querella
la botella.
IX
Dama que no pide y da
grata aun después de gozada
cuando la ven más preñada
tanto más virgen está,
sin mujer muy bien me va
porque me suple por ella
la botella
Х
Silenciosa y no profana
un tapón tiene su boca
aunque a celos no provoca.
Tal vez cierta dama-Juana,
espera su turno ufana
y a su rival no atropella
la botella.
XI
Mujer dijo el lechuguino,
XIII
Tiene el hombre una aflicción,
gime solo... y de
repente
ve a su amada, y luego siente
(tas, tas, tas el corazón: )
porque innata afección
le dice que es su placer
la mujer.
XIV
En esto se dejan ver
Baco y Cupido abrazados
y dicen: - Callad cuitados
que no os sabéis entender:
todo puede complacer
tomando en medida bella:
la mujer y la botella
la botella y la mujer.
XV
FALLO
La sentencia pronunciada
no le cuadra al "Cabichu 'i:
porque el fallo sale ahí
de la parte interesada,
que no puede al parecer
dar sentencia equilibrada,
ni juzgar si es más bella
la mujer o la botella.
XVI
Un tercero en la cuestión
que intervenga es menester;
y que, oída la razón
del pastor y del lechuguino,
con un tacto justo y fino
de juez cumpla el deber,
El que empieza a envejecer
se refocila imagino
más en dos cuartas de vino
que en seis cuartas de mujer,
porque siempre está en su ser
sin melindres de doncella
la botella.
IV
Calla, -dijo el lechuguino-
sólo un hombre sin templanza
puede poner en balanza
a las mujeres y al vino;
¿quién suaviza el cruel destino?
¿quién da el supremo placer?
La mujer.