-DOCTRINA ECONÓMICA DE LA ILUSTRACIÓN, QUE INSPIRA ALOS ASESORES, LUEGO DE LA MUERTE DE LUIS XV, CON LA IDEA DE QUE EL ESTADO DEBE RECAUDAR MÁS DE LO QUE GASTA
es para un crucigrama
---R----
me ayudan es urgente!!!!!!!
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Unas esperanzas comunes
Es evidente que la mayor parte de los pensadores y personajes que llamaremos "ilustrados" no pudo considerarse así.
El término no se había creado; como mucho se hablaba de
"luces" o se decía que había que "ilustrarse". En medio de los
múltiples conflictos y de las diversidades, era difícil imaginarse que había una actitud o perspectiva "ilustrada" común y,
aún menos, que podía haber algo parecido a un "movimiento
ilustrado".
Sin embargo, tratando de dar respuesta a los problemas de
su tiempo, muchos pensadores del siglo XVIII comenzaban
a poner de manifiesto algo básico y común. Ciertamente, no
había ninguna visión unitaria del pasado, ningún diagnóstico
compartido sobre el presente ni tampoco ningún proyecto de
futuro en el que todo el mundo coincidiese.
Si había alguna cosa común, nadie la asumía en todos sus
aspectos; pero sí que había cierto aire de familia en las actitudes y las esperanzas, en los ideales, en lo que se rechazaba y
en lo que había que cambiar, en las experiencias vividas y en la
visión de la condición humana. QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN
Desde la distancia crítica y los numerosos estudios de
aquella época, intentaremos definir con un poco de precisión
qué fue la Ilustración. Seguramente no podremos destacar
una definición única como pretendieron hacer los grandes estudiosos clásicos como, por ejemplo, Hegel en la Histona de la
filosofía o en las Lecciones de filosofía de la historia universal.
Hegel vincula la Ilustración al proceso moderno que prioriza la reflexión racional del sujeto pensante humano, pero
critica su abstracción, la unilateralidad y la frialdad analítica,
dicotomizadora y que "solidifica las diferencias". Es lo que
impide -piensa Hegel- toda reconciliación o síntesis dialéctica y que tiene como consecuencia inevitable la violencia de la
Revolución francesa.
Por su parte, Ernst Cassirer, en la Filosofía de la Ilustración,
destaca la reformulación de la naturaleza misma de la filosofía.
Recuperando la actitud filosófica más auténtica, la Ilustración
evita caer ante "el espíritu de sistema" que quiere "encarcelar"
todos y cada uno de los saberes, pero sin ser asistematica. Da
gran importancia al análisis y la clasificación rigurosas, pero
evita partir de principios metafísicos indemostrables. Así,
prioriza las preocupaciones más vitales, dentro de una unidad
de método, una mentalidad o una forma de pensar que hay
que llamar "ilustrada".
11
Paul Hazard, en La crisis de la conciencia europea y El pensamiento europeo del siglo XVIII, define la Ilustración como la época en la que explota el gran conflicto larvado durante mucho
tiempo en contra del dominio total del cristianismo. Así, abre
un conflictivo proceso de ruptura descristianizadora, secularizadora y desacralizadora presidida por la emancipación de la
razón humana.
La crítica ilustrada va sobre todo en contra de la concepción religiosa de la vida, pero sin provocar ningún vacío pues
los ilustrados eran tan críticos y destructivos del pasado como
proyectadores y constructores del futuro. Por eso Hazard rechaza incluir en su análisis "a los apasionados y místicos" del
siglo XVIII (que había muchos, reconoce) y también considera inevitable que la radical necesidad de renovación de los ilustrados acabase en una violenta revolución política y social.
¿Una Ilustración eterna?
No podremos considerar la Ilustración como una tendencia casi eterna y consustancial al hombre: algo que ya estaba
presente muy atrás en la historia, pero que sólo cuajó o se
convirtió en dominante en el siglo XVIII, hasta el punto que
mereció el nombre de "siglo de las luces".
No podremos seguir a Friedrich Nietzsche, que la ve triunfar en la constitución de la razón durante la significativamente
llamada "Ilustración griega" del siglo V aC., y que tiene en
el final de la tragedia ática (debido a Eurípides y Sócrates) el
signo cultural más profundo.
Tampoco emularemos a Max Horkheimer y Theodor
Adorno, que en La dialéctica de la Ilustración, saludan a Ulises
como el primer hombre "burgués" y hacen de él un símbolo de la Ilustración. Para ellos la Ilustración, más que un
momento histórico, es sobre todo la problemática esencial
12
del hombre actual y, también, de toda la historia humana
sin excepción.
Con su razón instrumental y su voluntad de hacer al hombre amo del mundo, la Ilustración es el vector clave de Occidente y, por lo tanto, no han acabado aún sus profundas
consecuencias ambivalentes (al mismo tiempo emancipadoras y peligrosamente totalitarias). Incluyen, por ejemplo, las
guerras mundiales, el fascismo y Auschwitz, ya que, asombrosamente, "la humanidad en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano [que ha sido siempre la promesa de la
Ilustración], desembocó en un nuevo tipo de barbarie" y en
una nueva mitología, especialmente cuando el proceso ilustrador pasó a ser monolítico y olvidó la autocrítica.
Explicación: espero que te ayude
Respuesta:
Buscarlo tu :v
Explicación: