diviértete creando una nueva versión de la poesía Sonatina de Rubén Darío, para realizar esta actividad debes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. sigue la misma estructura de los versos.
2. sigue a misma musicalidad y la rima.
3. cambia el segundo *hemistiquio* de la poesía, utilizando tus palabras.
4. el sentido final de tu creación debe ser distinto al original.
5. no utilices palabras vulgares, ni ofensivas, ya que al final debes leer frente a tus compañeros.ejemplo:versos originales:La princesa está triste...*¿que tendrá la princesa?*Los suspiros se escapan *de su boca de fresa*,versos cambiados:La princesa está triste... *¿quién le dará una fresa?*Los suspiros se escapan, *y ella reza que reza*
Respuestas a la pregunta
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187
La princesa está triste.. ¿Quién pensará en ella?
Los suspiros se le escapan y ella piensa, que piensa
que ha perdido la risa, que ya nada es color fresa.
La princesa está pálida acostada sobre la mesa
está mudo el teclado, es que ya nada suena
y en un vaso, olvidada, una flor perdió el buen olor.
El jardín puebla el triunfo, de los animales andantes
Parlan..., la dueña es muy grosera al hablar
y el vestido rojo, que danza y danza el señor.
La princesa no ríe, ya no muestra los dientes
la princesa persigue mirando ciegamente
la libélula que pasa por su frente.
¿Piensa, acaso, en el príncipe de Argentina o de Colombia,
o en el que ha detenido su carroza, pasando por Angola
para ver de sus ojos, los colores verdes transparentes?
¿O en el rey de las islas con Margaritas relucientes,
o en el que es soberano, de las perlas de diamantes,
o en el dueño orgulloso de anillos de 14 kilates?
¡Ay!, la pobre princesa que ya no ve, que ya no asocia
quiere ser golondrina, o algún ave poderosa
tener alas ligeras, para una nube adueñar;
ir al sol sin escalas, ni atascos
saludar a los lirios con sus cantos
o perderse en el viento, no quiere rumbo ni lugar.
Ya no quiere el palacio, ni la silla dorada
ni el halcón encantado, ni el jardín poblado
ni los cisnes unánimes, ni el payaso desfilando.
Y están tristes las flores, pues ya no tienen colores
los jazmines de Oriente, las rosas de Occidente
y las dalias y muchos menos, los pétalos del Sur.
¡Pobrecita princesa de piel de sirena!
Está presa en sus oros, y en todo su arsenal
en la jaula de mármol del palacio real
el palacio soberbio, que las águilas abarcan
que custodian algunos, con bombas y granadas
un señor que no duerme y un perro que duerme
¡Oh, quién fuera con la mira en la cima!
(La princesa está triste, La princesa está mal)
¡Oh, visión adorada de oro, tanto te quieres ir!
¡Quién volara a la tierra, con algún príncipe existente!
(La princesa está mal, la princesa está triste)
más brillante que el alba, una cantante solitaria
"Calla, calla, princesa -dice el hada madrina.
en caballo, con alas, viene para acá
en el cinto la espalda, y en la mano su olor,
el feliz caballero que te ama que te adora
y que de lejos, afronta a la de manta,
para encenderte los labios, con amor mucho amor.
Los suspiros se le escapan y ella piensa, que piensa
que ha perdido la risa, que ya nada es color fresa.
La princesa está pálida acostada sobre la mesa
está mudo el teclado, es que ya nada suena
y en un vaso, olvidada, una flor perdió el buen olor.
El jardín puebla el triunfo, de los animales andantes
Parlan..., la dueña es muy grosera al hablar
y el vestido rojo, que danza y danza el señor.
La princesa no ríe, ya no muestra los dientes
la princesa persigue mirando ciegamente
la libélula que pasa por su frente.
¿Piensa, acaso, en el príncipe de Argentina o de Colombia,
o en el que ha detenido su carroza, pasando por Angola
para ver de sus ojos, los colores verdes transparentes?
¿O en el rey de las islas con Margaritas relucientes,
o en el que es soberano, de las perlas de diamantes,
o en el dueño orgulloso de anillos de 14 kilates?
¡Ay!, la pobre princesa que ya no ve, que ya no asocia
quiere ser golondrina, o algún ave poderosa
tener alas ligeras, para una nube adueñar;
ir al sol sin escalas, ni atascos
saludar a los lirios con sus cantos
o perderse en el viento, no quiere rumbo ni lugar.
Ya no quiere el palacio, ni la silla dorada
ni el halcón encantado, ni el jardín poblado
ni los cisnes unánimes, ni el payaso desfilando.
Y están tristes las flores, pues ya no tienen colores
los jazmines de Oriente, las rosas de Occidente
y las dalias y muchos menos, los pétalos del Sur.
¡Pobrecita princesa de piel de sirena!
Está presa en sus oros, y en todo su arsenal
en la jaula de mármol del palacio real
el palacio soberbio, que las águilas abarcan
que custodian algunos, con bombas y granadas
un señor que no duerme y un perro que duerme
¡Oh, quién fuera con la mira en la cima!
(La princesa está triste, La princesa está mal)
¡Oh, visión adorada de oro, tanto te quieres ir!
¡Quién volara a la tierra, con algún príncipe existente!
(La princesa está mal, la princesa está triste)
más brillante que el alba, una cantante solitaria
"Calla, calla, princesa -dice el hada madrina.
en caballo, con alas, viene para acá
en el cinto la espalda, y en la mano su olor,
el feliz caballero que te ama que te adora
y que de lejos, afronta a la de manta,
para encenderte los labios, con amor mucho amor.
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