"disgregación de América Latina "
porfa es para mañana T^T
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Tres hechos recientes. Primero, las posturas extremadamente diversas de los gobiernos latinoamericanos ante la convocatoria de la reciente Cumbre de las Américas 2022. Segundo, la negativa del gobierno de Estados Unidos a invitar a tres tiranías explícitas: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y tercero, una reunión que por pequeña no es menos significativa: el foro realizado en la ciudad de Cúcuta el pasado lunes 13 de junio en torno al tema de la reapertura económica de la frontera entre Colombia y Venezuela. Los tres ponen en evidencia —o más bien nos recuerdan— la profunda fragmentación y ruptura de relaciones y reconocimiento mutuo que atraviesa, de Norte a Sur, lo que alguna vez fue un proyecto de integración de la región latinoamericana.
La Cumbre estuvo marcada por la ausencia de gobernantes de varios países representativos, entre ellos México; por las distancias tomadas por dos presidentes con ideologías diametralmente opuestas, Fernández y Bolsonaro, Argentina y Brasil, los gigantes del sur, que asistieron pero con posturas y actitudes fuertemente críticas; y por la firma de solo veinte países entre treinta y dos presentes de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección que podría significar una nueva etapa, más de avanzada consideran muchos analistas, ante el fenómeno migratorio que complica las relaciones entre los países caribeños, Centroamérica, México, Colombia y Venezuela con EEUU.
El foro sobre la reapertura de la frontera, realizado en el Club de Comercio de Cúcuta, por su parte, muestra el extremo hasta donde han llegado los conflictos entre países de la región. El tema tratado, la reapertura de la que alguna vez fue —y sigue siendo— la frontera más dinámica y transitada en toda América Latina —Táchira y Norte de Santander¬— no es otra cosa que la respuesta de la sociedad civil, los gobiernos locales, las asociaciones empresariales y las instituciones académicas, ante un hecho inédito: la absoluta ruptura de relaciones diplomáticas entre dos países que se hallan unidos inexorablemente por una frontera de 2.019 kilómetros, que alguna vez formaron una misma nación, comparten una cultura común y han sostenido relaciones de intercambio económico y comercial prácticamente desde la era colonial, antes de convertirse en repúblicas independientes. Ahora separados por una ruptura que entre otras causas tiene como base el desconocimiento del gobierno colombiano al gobierno espurio de Maduro y el cierre unilateral de relaciones por parte de Venezuela