Diferencias entre moderados y radicales en Colombia
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El siempre festivo Daniel Samper Ospina —y cómo nos hace de falta la risa en estos tiempos— lanzó hace unos días una campaña pidiendo a Duque hacer lo de Juan Guaidó: autoproclamarse presidente de la República. Estuve a punto de suscribirla, pero algo me lo impedía. El miércoles finalmente entendí por qué: ya no estoy seguro de que el tutor sea peor, siquiera más radical, que el discípulo.
Claro: en punto a radicalidad las cosas dentro del Centro Democrático son de difícil interpretación. Los otros días me enteré por boca de la —por demás excelente— periodista política Camila Zuluaga que Paloma Valencia, una persona de una mala fe inverosímil y que destila litros de odio por minuto, encabezaba el ala moderada de esa agrupación. Ya iba a soltar una carcajada de estupor, cuando pasó la imagen de la Cabal; entonces entendí por qué lo decía. Y todavía hay buenas almas que se hacen cruces cuando uno dice que el uribismo es extremista.
Como lo es, haber elegido a un presidente suyo puede producir daños irreparables: ojalá esta lección se la graben bien en la cabeza los ciudadanos, y los políticos, que sientan algún afecto por las nociones de libertad, decencia básica y respeto a la vida. Vean ustedes lo de Duque: durante la campaña juró y rejuró que era de “extremo centro”, un chiste flojillo pero tranquilizador para muchos. Pues cualquier barniz de centrismo que pudiera tener se desgastó después de nombrar un gabinete que en todo caso ya estaba bastante a la derecha. Fíjense en lo que pasó con Trump: el presidente de Estados Unidos dijo que estaba considerando la idea de mandar 5.000 soldados a Colombia, y a este pobre subalterno que tenemos en el solio de Bolívar no se le ocurre decir esta boca es mía. Hablan de mandar soldados acá, y los personeros del Estado colombiano miran para otro lado, como si la cosa no fuera con ellos. Probablemente porque es verdad: no lo es. Son otros los que deciden. Pregúntense: ¿Uribe alguna vez llegó tan lejos? Está lo de las bases, pero no creo que tenga comparación con este episodio.
Explicación:
Así que para no ahondar la depresión cambiemos de tercio, y concentrémonos en otro tema: el nombramiento del director del Centro Nacional de Memoria Histórica. Como lo dije en otra columna, los antecesores de esta institución fueron creados por Uribe. Eduardo Pizarro estaba encargado de encabezar la Comisión Nacional de Reparación; Gonzalo Sánchez, de echar a andar el Grupo de Memoria.