Diferencia y similitudes entre los huesos, los músculos y la piel
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Todas las veces que corres por los pasillos porque llegas tarde a clase, marcas a favor de tu equipo durante un partido, o juegas a billar con tus amigos, utilizas los huesos, los músculos y las articulaciones. Sin estas importantes partes del cuerpo, tendrías graves dificultades: no podrías sentarte, ponerte de pie, andar, ni hacer ninguna de las actividades que realizas a diario.
Explicación:
De pies a cabeza, los huesos proporcionan sostén al cuerpo y ayudan a darle forma. El cráneo protege el cerebro y da forma a la cara. La médula espinal, un canal de intercambio de mensajes entre el cerebro y el cuerpo, está protegida por la columna vertebral o espina dorsal. Las costillas forman una caja protectora que alberga el corazón, los pulmones, el hígado y el bazo; y la pelvis protege la vejiga, los intestinos y, en las mujeres, los órganos reproductores. Aunque son muy ligeros, los huesos son lo suficientemente fuertes para soportar todo nuestro peso.
Las articulaciones se encuentran en las uniones entre huesos adyacentes. Hacen que el esqueleto sea flexible; sin ellas, el movimiento sería imposible. Los músculos también son necesarios para el movimiento: son las masas de tejido elástico y resistente que tiran de los huesos cuando nos movemos.
En conjunto, los huesos, los músculos y las articulaciones (junto con los tendones, los ligamentos y los cartílagos) conforman el sistema musculoesquelético que nos permite realizar las actividades físicas cotidianas