Historia, pregunta formulada por erika2607, hace 17 horas

Diferencia entre la sociedad de naciones y las Naciones Unidas que han permitido a la segunda permanecer activa en el siglo XXI

Respuestas a la pregunta

Contestado por chacaltanarejasf
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Respuesta:

1. La llegada del nuevo milenio es una ocasión para celebrar y reflexionar.

2. Ya la celebró el mundo entero a medida que iban sonando las campanadas de la medianoche, en un huso horario tras otro, empezando por Kiribati y Fiji y siguiendo hacia el oeste hasta Samoa. Se sumaron a la celebración pueblos de todas las culturas, no sólo aquellos para los que podría pensarse que el milenio tenía una significación especial. La Gran Muralla China y las pirámides de Giza estaban tan iluminadas como la Plaza del Pesebre en Belén y la Plaza de San Pedro en Roma. Hubo festividades del milenio tanto en Tokio, Yakarta y Nueva Delhi como en Sydney, Moscú, París, Nueva York, Río de Janeiro y centenares de otras ciudades. La luz de las velas se reflejó en rostros infantiles desde Spitsbergen en Noruega hasta Robben Island en Sudáfrica. Durante 24 horas la familia humana celebró su unidad con un despliegue sin precedentes de su rica diversidad.

3. La Cumbre del Milenio nos da la oportunidad de reflexionar. La Asamblea General convocó a esta reunión de Jefes de Estado y de Gobierno para examinar la función de las Naciones Unidas en el siglo XXI. Tanto la ocasión como el tema nos obligan a dejar de lado las noticias del día y a examinar, con una perspectiva más amplia y a más largo plazo, el estado del mundo y los retos que presenta a esta Organización.

4. Hay mucho que agradecer. Hoy día, la mayoría de los seres humanos pueden confiar en vivir más que sus padres, por no hablar de sus antepasados más remotos. Están mejor alimentados, gozan de mejor salud y de mejor educación y, en general, tienen más posibilidades económicas.

5. También hay mucho que lamentar y que corregir. El siglo que acaba de terminar se vio estremecido una y otra vez por conflictos crueles. Persisten la pobreza extrema y las desigualdades enormes dentro de los países y entre ellos, en medio de una riqueza sin precedentes. Las enfermedades de siempre y las nuevas amenazan al progreso logrado con tanto esfuerzo. Los sistemas naturales necesarios para la vida, de los que depende la supervivencia de la especie, se alteran y deterioran gravemente debido a nuestras propias actividades diarias.

6. El mundo espera que sus líderes, reunidos en la Cumbre del Milenio, señalen cuáles son los grandes retos del futuro y tomen medidas para hacerles frente.

7. Las Naciones Unidas sólo podrán ayudar a hacer frente a esos retos si todos renovamos nuestro empeño en contribuir a la tarea común. Tendremos que recordar por qué existen las Naciones Unidas, para qué y para quiénes. Tendremos que preguntarnos cómo han de ser las Naciones Unidas que los líderes mundiales están dispuestos a apoyar, no sólo de palabra sino de hecho. Hacen falta respuestas claras para impulsar y orientar la labor de la Organización en los decenios venideros, respuestas que la Cumbre del Milenio debe proporcionar.

8. Ciertamente, las Naciones Unidas existen para prestar servicios a los Estados Miembros. Constituyen la única entidad de su clase con miembros de todo el mundo y un ámbito amplio que abarca tantos aspectos del quehacer humano. Por esas características son un foro útil como ningún otro para compartir información, llevar a cabo negociaciones, elaborar normas y dar expresión a las expectativas, coordinar el comportamiento de los Estados y otras entidades y ejecutar planes de acción comunes. Debemos lograr que las Naciones Unidas desempeñen esas funciones de la manera más eficiente y eficaz posible.

9. No obstante, las Naciones Unidas son más que un mero instrumento. Como indica claramente la Carta, el objeto de las Naciones Unidas era introducir principios nuevos que influyeran positivamente en el desarrollo diario de las relaciones internacionales. Ya en el Artículo 1 de la Carta se definen nuestros propósitos: lograr por medios pacíficos el arreglo de controversias; realizar la cooperación en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario; y promover en general un comportamiento acorde con los principios de la justicia y del derecho internacional. En otras palabras, aparte de las tareas prácticas que estén llamadas a realizar, las Naciones Unidas tienen el propósito declarado de transformar las relaciones entre los Estados y los métodos por los que se gestionan los asuntos mundiales.

10. Y eso no es todo. Porque aun cuando las Naciones Unidas sean una organización de Estados, la Carta está escrita en nombre de "nosotros los pueblos". La Carta reafirma la dignidad y el valor de la persona humana, el respeto a los derechos humanos y la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y el compromiso de lograr el progreso social, determinado por mejores condiciones de vida, sin miseria ni temor. En última instancia, las Naciones Unidas existen para atender a las necesidades y los anhelos de todos los pueblos del mundo.

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