Castellano, pregunta formulada por josekastro544, hace 1 año

Diferencia entre el preciosido y el mundonovismo

Respuestas a la pregunta

Contestado por valenlemus
1

Respuesta:

Modernismo y Mundonovismo son inseparables en tanto que faceta estética y faceta ideológica de un mismo movimiento. Vale decir que recusamos de antemano el uso abusivo que ha hecho la crítica literaria española del término Modernismo, para subsumir la influencia de Rubén Darío en la literatura española o, para ocultar, tal vez, aspectos enojosos de la designación Generación del 98. Designen como quieran los españoles sus propios movimientos literarios, de preferencia con un poco más de originalidad, y atengámonos nosotros a la idea de que el Modernismo es un movimiento americano, íbero-americano, o tal vez corresponda ya decir latino-americano[2], puesto que es por esa época que el término aparece y que es precisamente ésa la tradición que el propio Rodó reivindica.

Así deslindado el campo, fuerza es constatar que la mayor originalidad del Modernismo consiste en su autonomía con respecto a los cánones y modelos europeos al uso, y que dicha autonomía radica, precisamente, en la osadía de reivindicar como cosa propia el conjunto de las tradiciones literarias y culturales del mundo occidental, derecho que se funda en la condición específica del Nuevo Mundo, en la especificidad de su crisol racial y cultural.

Tal vez ahora se comprenda mejor porqué afirmamos que Modernismo y Nuevomundismo son inseparables, y que no puede haber Modernismo fuera de América.

/Sobre esas bases, cabe destacar que a José Enrique Rodó le corresponde un doble papel teórico, fundamental en ambos casos: el de establecer orgánicamente los fundamentos del análisis literario de la estética modernista en su estudio sobre Darío[3] y el de echar los cimientos del aspecto más fecundo del Mundonovismo, y nos referimos, claro está, al arielismo, como fermento ideológico que se esparcirá por toda América.

I

En ambas tareas tiene Rodó (1871-1917) un antecedente mayor: José Martí (1853-1895). Liberada ya del viejo esquema que hacía de Martí un ilustre “pre-modernista” , la crítica contemporánea ha establecido claramente su verdadero papel y tanto sus valores literarios como su condición de héroe nacional han favorecido una minuciosa labor de exégesis que ha demostrado, en particular en numerosos para-textos, no ya sólo su condición, sino su clara conciencia crítica de modernista con toda la barba. Por su parte, su célébre ensayo “Nuestra América”[4] es, sin lugar a discusión posible, pilar de la instrumentación de la ideología mundonovista.

Así remodelada la perspectiva, la fama continental de Darío (1867-1916), la difusión inmediata de Ariel, igualmente a nivel continental, se sitúan, no ya en los albores de un movimiento incipiente, sino en el apogeo de un largo proceso de elaboración cultural que, desde un punto de vista historicista, puede ser considerado como la culminación de la emancipación hispanoamericana, iniciada en las luchas por la independencia.

Ni Darío ni Rodó surgen ex nihilo, por grandes que fueran su genio y su talento, y lo eran, dicho esto sin desmedro de la verdad, y en beneficio de quienes aún creen en su propio genio

Otras preguntas