Castellano, pregunta formulada por Julianxx, hace 10 meses

Dialogo entre Creonte y Antígona


¿Que valores defiende cada uno? ¿de que se acusan?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por day61
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Respuesta:

CREONTE

(a Antígona) Y tú, tú que inclinas al suelo tu rostro, ¿confirmas o desmientes haber hecho esto?

ANTÍGONA

Lo confirmo, sí; yo lo hice, y no lo niego.

CREONTE

(Al guardián.) Tú puedes irte a dónde quieras, ya del peso de mi inculpación.

Sale el guardián.

pero tú (a Antígona) dime brevemente, sin extenderte; ¿sabías que estaba decretado no hacer esto?

ANTÍGONA

Si, lo sabía: ¿cómo no iba a saberlo? Todo el mundo lo sabe.

CREONTE

Y, así y todo, ¿te atreviste a pasar por encima de la ley?

ANTÍGONA

No era Zeus quien me la había decretado, ni Dike, compañera de los dioses subterráneos, perfiló nunca entre los hombres leyes de este tipo. Y no creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza como para permitir que solo un hombre pueda saltar por encima de las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron. No iba yo a atraerme el castigo de los dioses por temor a lo que pudiera pensar alguien: ya veía, ya, mi muerte –y cómo no?—, aunque tú no hubieses decretado nada; y, si muero antes de tiempo, yo digo que es ganancia: quien, como yo, entre tantos males vive, ¿no sale acaso ganando con su muerte? Y así, no es, no desgracia, para mi, tener este destino; y en cambio, si el cadáver de un hijo de mi madre estuviera insepulto y yo lo aguantara, entonces, eso si me sería doloroso; lo otro, en cambio, no me es doloroso: puede que a ti te parezca que obré como una loca, pero, poco más o menos, es a un loco a quien doy cuenta de mi locura.

CORIFEO

Muestra la joven fiera audacia, hija de un padre fiero: no sabe ceder al infortunio.

CREONTE

(Al coro.) Si, pero sepas que los mas inflexibles pensamientos son los mas prestos a caer: Y el hierro que, una vez cocido, el fuego hace fortísimo y muy duro, a menudo verás cómo se resquebraja, lleno de hendiduras; sé de fogosos caballos que una pequeña brida ha domado; no cuadra la arrogancia al que es esclavo del vecino; y ella se daba perfecta cuenta de la suya, al transgredir las leyes establecidas; y, después de hacerlo, otra nueva arrogancia: ufanarse y mostrar alegría por haberlo hecho. En verdad que el hombre no soy yo, que el hombre es ella si ante esto no siente el peso de la autoridad; pero, por muy de sangre de mi hermana que sea, aunque sea mas de mi sangre que todo el Zeus que preside mi hogar, ni ella ni su hermana podrán escapar de muerte infamante, porque a su hermana también la acuso de haber tenido parte en la decisión de sepultarle. (A los esclavos.) Llamadla. (Al coro.) Si, la he visto dentro hace poco, fuera de si, incapaz de dominar su razón; porque, generalmente, el corazón de los que traman en la sombra acciones no rectas, antes de que realicen su acción, ya resulta convicto de su arteria. Pero, sobre todo, mi odio es para la que, cogida en pleno delito, quiere después darle timbres de belleza.

ANTÍGONA

Ya me tienes: ¿buscas aún algo más que mi muerte?

CREONTE

Por mi parte, nada más; con tener esto, lo tengo ya todo.

ANTÍGONA

¿Qué esperas, pues? A mi, tus palabras ni me placen ni podrían nunca llegar a complacerme; y las mías también a ti te son desagradables. De todos modos, ¿cómo podía alcanzar más gloriosa gloria que enterrando a mi hermano? Todos éstos, te dirían que mi acción les agrada, si el miedo no les tuviera cerrada la boca; pero la tiranía tiene, entre otras muchas ventajas, la de poder hacer y decir lo que le venga en gana.

CREONTE

De entre todos los cadmeos, este punto de vista es solo tuyo.

ANTÍGONA

Que no, que es el de todos: pero ante ti cierran la boca.

CREONTE

¿Y a ti no te avergüenza, pensar distinto a ellos?

ANTÍGONA

Nada hay vergonzoso en honrar a los hermanos.

CREONTE

¿Y no era acaso tu hermano el que murió frente a él?

ANTÍGONA

Mi hermano era, del mismo padre y de la misma madre.

CREONTE

Y, siendo así, ¿como tributas al uno honores impíos para el otro?

ANTÍGONA

No sería a ésta la opinión del muerto.

CREONTE

Si tú le honras igual que al impío…

ANTÍGONA

Cuando murió no era su esclavo: era su hermano.

CREONTE

Que había venido a arrasar el país; y el otro se opuso en su defensa.

ANTÍGONA

Con todo, Hades requiere leyes igualitarias.

CREONTE

Pero no que el que obró bien tenga la misma suerte que el malvado.

ANTÍGONA

¿Quién sabe si allí abajo mi acción es elogiable?

CREONTE

No, en verdad no, que un enemigo.. ni muerto, será jamás mi amigo

ANTÍGONA

No nací para compartir el odio sino el amor.

CREONTE

Pues vete abajo y, si te quedan ganas de amar, ama a los muertos que, a mi, mientras viva, no ha de mandarme una mujer.

Explicación:

Lo saque de internet, espero te sirva, la verdad esta muy largo perdón jajaj

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