dialoga con tus padres acerca de como ellos te ayudarian y te han ayudado a cuidar tu salud mental
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
TU PADRE
Explicación:
Respuesta:
1. Permanecer tranquilos y proactivos
“Los padres deben tener una conversación calmada y proactiva con sus hijos acerca de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) y la responsabilidad que tienen con su salud. Hay que decirles que es posible que [ustedes o ellos] empiecen a tener síntomas en algún momento, que esos síntomas suelen ser muy parecidos a los de la gripe o el resfriado común, y que no hay razón para sentirse excesivamente temerosos ante esta posibilidad”, recomienda la Dra. Damour. “Para poder ayudar a sus hijos, los padres deben alentarlos a expresar si no se sienten bien, o si están preocupados por el virus”.
“Los adultos pueden mostrar empatía ante los comprensibles sentimientos de ansiedad y preocupación de sus hijos por el COVID-19. Asegúrenles que la enfermedad generalmente es leve, sobre todo en los niños y los adultos jóvenes”, dice. También es importante recordar que muchos de los síntomas del COVID-19 se pueden tratar. “Conviene recordarles que podemos hacer muchas cosas para mantenernos a nosotros mismos y a los demás a salvo: lavarnos frecuentemente las manos, no tocarnos la cara y mantenernos a una distancia apropiada de las demás personas”.
2. Seguir una rutina
“Los niños necesitan una estructura. Indiscutiblemente. Y lo que tenemos que hacer, sin demora, es crear estructuras totalmente nuevas para todos nosotros durante estos días”, dice la Dra. Damour. “Recomiendo firmemente que los padres elaboren un programa diario que incluya ratos para el juego y el esparcimiento –durante los cuales los niños pueden hablar por teléfono y conectarse con sus amigos–, además de tiempo libre de tecnología y tiempo para ayudar en la casa. Debemos pensar en lo que valoramos y necesitamos, y crear una estructura que lo refleje. Para nuestros niños será un gran alivio poder predecir lo que ocurrirá cada día y saber cuándo deben trabajar y cuándo pueden jugar”.
“Debemos apoyar a nuestros hijos y explicarles que es normal sentirse profundamente tristes y frustrados por las pérdidas que están sufriendo”.
3. Permitir que los niños sientan sus emociones
Con el cierre de las escuelas por la enfermedad del coronavirus se cancelan las obras de teatro, los conciertos, las competiciones deportivas y otras actividades, lo cual decepciona profundamente a los niños. El principal consejo de la Dra. Damour es permitirles sentirse tristes. “
4. Verificar con ellos lo que están escuchando
Hay mucha desinformación en torno a la enfermedad del coronavirus (COVID-19). “Es importante averiguar qué están oyendo nuestros hijos y qué consideran que es verdad. No basta con darles a conocer los hechos porque, si han oído algo inexacto y nosotros no descubrimos lo que están pensando y no se lo aclaramos directamente, podrían combinar la nueva información que reciben de nosotros con la información que ya tienen. Es fundamental descubrir lo que nuestros hijos ya saben y comenzar en ese punto a darles la información correcta”.
En caso de que su hijo le haga preguntas que no pueda responder, en lugar de adivinar, aproveche la oportunidad para explorar juntos la respuesta. Busque información en los sitios web de organizaciones fiables como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud.
5. Encontrar distracciones
A la hora de procesar las emociones difíciles, “fíjense en las señales que muestran sus hijos, piensen cómo podrían equilibrar las conversaciones sobre los sentimientos con las distracciones, y permitan que sus hijos recurran a alguna distracción cuando los noten muy preocupados y necesiten tranquilizarse”. Una buena opción es organizar cada cierto número de días un juego en el que participe toda la familia. O cocinar todos juntos. La Dra. Damour está aprovechando la hora de cenar para conectarse con sus hijas. “Decidimos formar equipos de dos y rotarnos, de modo que cada noche un equipo preparará la cena para la familia”.
6. Vigilar su propio comportamiento
“Desde luego, los padres también sentimos ansiedad y nuestros hijos identifican las señales emocionales que transmitimos”, explica la Dra. Damour. “Yo pediría a los padres que hagan lo que puedan para controlar su ansiedad y que no compartan demasiado sus temores con sus hijos. Esto podría implicar dominar las emociones, lo que a veces resulta difícil, especialmente cuando son muy intensas”.
Explicación: