Castellano, pregunta formulada por CAMILMH, hace 1 mes

Detalles de Ícaro y de Dédalo

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Respuestas a la pregunta

Contestado por alanlucaszem
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Respuesta:

Dédalo era el arquitecto, artesano e inventor muy hábil que

vivía en Atenas. Aprendió su arte de la misma diosa Atenea.

Era famoso por construir el laberinto de Creta e inventar naves

que navegaban bajo el mar. Se casó con una mujer de Creta,

Ariadna y tuvo dos hijos llamados Ícaro y Yápige.

Un día, en la remota isla de Creta, apareció un monstruo mitad

toro y mitad hombre, conocido como el minotauro. Él era

extraordinariamente fuerte, feroz y tenía un apetito enorme.

Como puedes imaginarlo, la gente de Creta le tenía mucho

miedo.

Fue de esta manera que todos se reunieron ante el Consejo

Real para rogarle al rey Minos encontrar una manera de

desterrar la horripilante criatura. Pero los planes del rey eran

diferentes; al enterarse de la existencia del minotauro se dijo

a sí mismo: “Si capturo al minotauro todos me temerán.

Ninguno de mis súbditos se atreverá a traicionarme y mis

enemigos lo pensarán dos veces antes de atacarme”.

Y así, el rey convocó a Dédalo, el más brillante inventor de su

reino y a su joven hijo, Ícaro.

—Dédalo, construye una prisión para el minotauro — dijo el

rey—. Esta deberá ser tan impenetrable que nada ni nadie

pueda escapar ni siquiera con la ayuda de los dioses.

Dédalo era un hombre común, pero sus creaciones eran

extraordinarias. Entonces, construyó un laberinto tan

enredado y retorcido, que una vez adentro, era imposible

encontrar una salida.

El rey encerró al minotauro en el laberinto, pero el monstruo

no fue el único que corrió con esta suerte. También hizo

prisioneros a Dédalo e Ícaro; alguien con el talento del

inventor le resultaría muy útil en tiempos de guerra.

Durante muchos años, padre e hijo vivieron en la torre más

alta del palacio, trabajando en una infinidad de invenciones

ante la mirada vigilante de la guardia real.

Un día, mientras miraba por la ventana a las gaviotas volar,

Dédalo tuvo una idea: construir unas alas, igual que las alas de

las gaviotas, solo que más grandes y fuertes. Con estas alas él y

su hijo volarían lejos, de regreso a Atenas. Entonces, pidió al rey

Minos plumas y cera con la excusa de que eran para uno de sus

tantos inventos de guerra.

El anhelado día llegó, Dédalo había terminado las alas:

—Con estas alas volaremos como las gaviotas —le dijo a Ícaro—,

pero ten cuidado de volar muy alto. El sol derretirá la cera que

une a todas las plumas.

Juntos, se lanzaron al viento desde la ventana de la torre.

Volaron sobre la isla de Creta hacia el mar, la gente los

miraba desde abajo confundiéndolos con los dioses.

Todo iba según lo planeado, hasta que Ícaro pensó: “Puedo

volar más alto que las gaviotas”. Olvidando el consejo de su

padre, voló muy alto en la inmensidad del cielo.

De repente, el aire se hizo más y

más cálido y las plumas de sus

alas se desprendieron una a una.

Era demasiado tarde, el sol había

derretido la cera que unía las

plumas.

Dédalo escuchó los gritos de su

hijo y voló en su dirección, pero

lo único que encontró fue miles

de plumas flotando en el mar.

Explicación: sale informacion sobre eso y mas espero que te sirva ❤

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