desdripcion de plantas silvestres comestibles
Respuestas a la pregunta
En realidad, las plantas que hoy en día cultivamos para alimentación fueron no hace mucho plantas silvestres o provienen de ellas ¿Porqué habrían de dejar de ser útiles las plantas silvestres?
describimos solo 10 plantas silvestres comestibles
Cerraja (Sonchus)
La cerraja o lechuga de las liebres podemos encontrarla por los campos miremos donde miremos. Sus hojas son comestibles, pero mejor si la planta es joven (antes de que salga la flor), porque entonces se llena de una savia blanca muy amarga (esto mismo le ocurre a la lechuga, pero el agricultor la corta y empaqueta antes de que tenga lugar la floración).
Dentro del género Sonchus hay diferentes especies que varian en la forma de las hojas: arvensis, oleraceus, asper, palustris, crassifolius,...
Diente de León (Taraxacum officinale)
Muy parecida a la cerraja. De la misma manera, sus hojas son comestibles, preferiblemente jóvenes, antes de que se amarguen demasiado.
Tanto el diente de león como la cerraja pueden consumirse, por ejemplo, en ensalada. ¿Qué os parece una ensalada combinando cerraja, diente de león, rúcula, canónigos, lechuga,...? más verde imposible..
virosa)
Es la versión silvestre de la lechuga (Lactuca sátiva), y le ocurre lo mismo que a la cerraja y el diente de león: se consumen las hojas de la planta joven, antes de la flor, para evitar que sean demasiado amargas.
El nombre de Lechuga proviene del nombre Lactuca, que en latín significa "lechosa", precisamente por la savia blanca que produce la planta al florecer y de la que ya hemos hablado en el caso del género Sonchus.
Malva
Las hojas jóvenes son tiernas y pueden consumirse crudas. Las hojas más viejas pueden cocerse como si fueran espinacas o acelgas. También pueden consumirse las flores, y al parecer, los frutos están deliciosos.
La malva se utiliza mucho en la cocina del norte de África, por ejemplo, para hacer la ensalada marroquí Bakkoula o el Khobbeza alrgelino (garbanzos con malva).
Bledo o cenizo (Chenopodium)
Pertenece a la misma familia que las espinacas (Chenopodioideae). El nombre de chenopodium viene de la forma de la hoja: "cheno" en latín significa "ganso" y "podio" pie.
Son comestibles las hojas tanto crudas como cocinadas, y con los frutos se hacen bebidas, harina, pan,... Su consumo es muy popular en muchos países de Sudamérica.
Borraja (Borago officinalis)
En algunas partes de España es considerada ingrediente fundamental de muchos platos típicos.
Tanto las hojas como los tallos están recubiertos de unos ásperos pelos, lo que dificulta su consumo en crudo. Pero una vez eliminados se pueden cocinar de numerosas maneras: las hojas en tortilla, los tallos en revueltos con setas, las flores en ensaladas, etc...
Plantago o llantén
Este género contiene numerosas especies que, aunque varían entre sí levemente (por ejemplo en el tamaño de la hoja y la flor) son fácilmente reconocibles porque sus hojas tienen entre 3 y 7 nervaciones longitudinales (de ahí que en algunos sitios se la llame "hierba de 5 venas" o "hierba de 7 costillas") y sus flores tienen un aspecto "peludo" que las asemeja a la cola de un ratón o de un conejo (de ahí que la llamen "pelusa", "cola de ratón" o "cola de conejo").
Las hojas son comestibles en crudo, cocinadas, e incluso se puede hacer infusión con ellas.
Verdolaga (Portulaca oleracea)
Es otra planta rastrera, conocida desde la antigüedad por sus propiedades nutritivas y también por sus supuestas propiedades curativas.
Tiene un sabor ligeramente ácido-agrio y puede consumirse tanto las hojas como los tallos en crudo o cocinadas.
Es muy popular en América, y en Australia sus semillas se emplean para elaborar pan.
Tagarnina o cardillo (Scolymus hispanicus)
Pasa por un vulgar cardo, pero al menos en el Sur de España, es altamente apreciado. Con ellas se pueden hacer revueltos, tortillas, cocidos,...
Se recolecta joven, cuando aún no ha comenzado a florecer, y no es más que un cardo rastrero en forma de estrella. Se le quitan las espinas, consumiéndose solo la gruesa y tierna nervadura central.
Así que ya sabes, la próxima vez que vayas al campo observa y verás que estás rodeado de plantas comestibles. Solo tienes que tener en cuenta un par de cosas:
El campo es de todos: cuídalo. Procura que después de tu visita, el campo quede tal y como te lo encontraste: así, los que vengan detrás (o tú mismo) podrán disfrutarlo como tú lo hiciste.
Ten cuidado con las plantas que consumes. No consumas ninguna si no estás completamente seguro de que puedes hacerlo. De la misma forma que hay plantas comestibles, también las hay muy perjudiciales (y algunas veces pueden confundirse).