descripción del relieve africano
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El relieve africano se organiza en torno a una gran placa tectónica, muy rígida y muy antigua. Así, predominan en África las grandes llanuras. Se puede considerar que existe una gran meseta africana que se extiende por la mayor parte del continente, desde el sur de África hasta el mar Rojo. Pero existen otras como la meseta de Bié (Angola), la meseta del Darfur (Sudán), la meseta de Jos (Nigeria) y la meseta de Gilf Kebir (Libia-Egipto-Sudán).
La gran singularidad del relieve africano es la existencia de una zona de separación de placas tectónicas: la placa arábiga y la placa somalí. Es el conocido como valle del Rift, que comienza al sur de los Grandes Lagos y se prologa por el mar Rojo, hasta el mar Muerto. Este valle da nombre a este tipo de contactos entre placas en todo el mundo. Es una zona propensa a los terremotos y a los fenómenos volcánicos.
En una llanura tan grande existen zonas más bajas en las que se acumulan los limos de los grandes ríos. Las cuencas más grandes son la cuenca del río Congo (o Zaire) y la cuenca del lago Chad, de tipo endorreico sin salida al mar.
En África encontramos pocos los dominios montañosos, y en general están rodeando al continente. Al norte se sitúa la cordillera alpina del Atlas-Rif; en el centro del Sáhara el macizo de Ahaggar, el Tibesti y el macizo Ayr. Más al sur se encuentran el macizo de los Bongo y el macizo de Adamua. Ya en el sur aparecen los montes Mitumba, los montes Muchinga, los montes Motopa y la cordillera Drakensberg, en el extremo sur. Pero el sistema montañoso más importante es el del valle del Rift, donde se encuentran las tierras más elevadas. Buena parte de Etiopía se encuentra por encima de los 3.000 metros de altitud. La mayoría de las montañas de este sector son de origen volcánico. En realidad la formación del Rift está plagada de volcanes.
Las elevaciones importantes de África son:
Kilimanjaro (5.895 m),
Kenia (5.119 m),
Ras Dashan (4.620 m),
Tubkal (4.165 m) y
Camerún (4.070 m).
Los ríos africanos, en general, son grandes, caudalosos y navegables. Por supuesto esto no se aplica a la amplia región del Sáhara más que en casos excepcionales.
Los ríos de la vertiente mediterránea tienen un carácter esporádico, y son cortos, ya que nacen en el interior de un gran desierto. Con frecuencia ni siquiera llegan la mar. La excepción es el río Nilo, que con sus 6.671 km es el río más largo del mundo. Nace en la región de los Grandes Lagos, muy al sur del continente, y lo recorre hasta el Mediterráneo. Al atravesar el Sáhara se convierte en el oasis más grande del mundo.
El río Zaire o Congo es el segundo río más largo de África (4.200 km), y el de la cuenca más grande. Es un río ecuatorial con gran cantidad de enormes ríos como afluentes.
Otro de los grandes ríos de África es el río Níger (4.160 km) que recorre buena parte de África occidental. Nace muy cerca del mar, pero se dirige al interior del continente, hacia el Sáhara, para dar una enorme vuelta y desembocar en el golfo de Guinea.
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