Describe los avances tecnológicos alcanzados durante la Primera y Segunda Revolución Industrial.
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Las tecnologías de la Revolución Industrial
Publicado por Durval Carvalho Avila Jacintho | Mar 30, 2021 | Tendencias de TI |
Las tecnologías de la Revolución Industrial
La tecnología siempre fue el elemento desencadenante de todas las revoluciones industriales que tuvieron lugar en los últimos siglos. Los historiadores denominaron Revolución Industrial a los procesos que llevaron, desde el siglo XVIII en adelante, a la sustitución de herramientas artesanales por máquinas, y al uso de la energía humana por energía motriz, que transformó para siempre los medios de producción industrial y de transporte, generando asimismo cambios en las relaciones laborales, consolidando el proceso de formación del capitalismo.
La máquina de vapor, construida por el inglés Thomas Newcomen en 1712 y perfeccionada en los motores por James Watt en 1765, fue la tecnología impulsora de la Primera Revolución Industrial, mecanizando y aumentando la productividad en el proceso fabril de la época. Esta tecnología, utilizando el carbón como combustible, permitió la creación de la locomotora y de los ferrocarriles, que se construyeron en toda Europa a partir de la década de 1830. Durante este período, el dominio de la tierra dio paso al dominio industrial, colocando a Inglaterra como la gran potencia mundial del siglo XIX.
La electricidad, que permitió la creación de la lámpara eléctrica inventada por el estadounidense Benjamin Franklin, y del motor eléctrico de Michael Faraday, posteriormente perfeccionado por Nikola Tesla, fue la tecnología básica de la Segunda Revolución Industrial, iniciada a finales del siglo XIX, que combinado con el concepto de línea de montaje, hizo posible la producción masiva de productos de consumo, revolucionando la vida en las ciudades, el acondicionamiento de los alimentos, el transporte y diversas aplicaciones presentes en nuestro día a día. La energía hidroeléctrica surgió posteriormente como la primera alternativa sustentable para sustituir a los combustibles fósiles.
El desarrollo de los semiconductores y de los sistemas informáticos fueron las tecnologías que nos legó a partir de la década del ‘50, la Tercera Revolución Industrial. Estas tecnologías posibilitaron el desarrollo de decenas de dispositivos que componen el “mundo electrónico”, según la visión histórica que se muestra en la siguiente ilustración.
Estos dispositivos tecnológicos, junto con la mejora de los sistemas de hardware y software y el desarrollo de varias «aplicaciones», revolucionaron a la sociedad en la transición al nuevo milenio, a través de la rápida evolución de la tecnología de la información (TI) y de las telecomunicaciones por fibra óptica y satélites.
Entre tantas creaciones de este período, utilizadas en la industria, el comercio, la prestación de servicios y el entretenimiento, destacamos el surgimiento de Internet y de la telefonía móvil como las más revolucionarias. El teléfono celular, con alrededor de 5 mil millones de usuarios en todo el mundo, es la estrella principal de la Tercera Revolución Industrial, también llamada «revolución digital«.
El alemán Klaus Schwab, ingeniero y economista creador del Foro Económico Mundial, definió como Cuarta Revolución Industrial al período iniciado en la década de 2010, sobre la cual afirma que varias tecnologías comenzaron a fusionar los mundos físico, digital y biológico, promoviendo las mayores transformaciones que jamás haya experimentado la humanidad.
En su libro “La Cuarta Revolución Industrial” publicado en 2016, Schwab señala que, a diferencia de las anteriores, esta revolución industrial no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí mismas, sino que representa la transición hacia nuevos sistemas que se construyeron sobre la infraestructura de la revolución digital, pero con una velocidad, alcance global e impactos en toda la sociedad muy superiores.