Describan las características de la sociedad colonial, considerando a mujeres y niños.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las sociedades coloniales pueden ser muy diversas entre sí, pero generalmente se constituyen en base a la predominancia de una élite extranjera o aliada a los extranjeros, sobre las multitudes empobrecidas.
Estas élites se ocupan de la conducción de la nación y de la penetración de la cultura extranjera. Establecen relaciones culturales de subordinación y de sometimiento, a cambio muchas veces un supuesto “progreso”. Algunas pueden ser más uniformes que otras, pero en ellas la raza suele jugar un papel importante en la separación de los estratos ciudadanos.
Por ejemplo, en la colonia española en América hubo una sociedad separada por razas: la blanca europea que gobernaba, la indígena dedicada a la servidumbre y la negra reducida a la esclavitud. Incluso la gente se clasificaba en base al porcentaje de cada raza que tuviera.
Sin embargo, fue imposible evitar el mestizaje y el sincretismo, sobre todo en regiones como la caribeña, dotadas de una diversidad racial única, llamada el “crisol de las razas”.
Mezclas culturales
Durante la época colonial y en el interior de las colonias, las personas no podían mezclarse con quien quisiesen. La manera en la que estaban estructuradas estas organizaciones sociales partía de un modelo europeo donde solo las personas con un nivel educativo similar, una historia de familia común (generalmente con poder y buenas relaciones) y una misma posición social podían contraer matrimonio.
Por otro lado, esta característica podía evidenciarse también en la vida diaria, puesto que solo las personas de la misma clase social podían compartir los mismos espacios y atender a los mismos eventos (Cadena, 2006).
Sociedad basada en la riqueza
Casi todos los colonos españoles que llegaron a tierras americanas lo hicieron movidos por la búsqueda de riquezas. Así, las sociedades de los distintos virreinatos acabaron divididas en estratos sociales marcados por la situación económica, algo que se reflejaba también en los derechos legales de cada uno.
Pérdida de las tradiciones indígenas
Cuando los españoles conquistaron sus territorios, los indígenas fueron obligados a abandonar sus tradicionales estructuras sociales y a adoptar la de los conquistadores. Normalmente, la mayoría de las comunidades residían en la zonas rurales, en los llamados “pueblos de indios”. Allí se encontraban sujetos a la autoridad de los corregidores y a los dueños de las encomiendas.
De esta forma, los antiguos calpullis de México o los ayllus incas fueron desapareciendo. En su lugar, los españoles crearon algunos cabildos indígenas, con autoridades elegidas por la comunidad pero bajo el mando de los colonizadores.
Sociedad de castas
Durante los siglos de dominio español, las sociedades de los virreinatos americanos se encontraban muy estratificadas. La parte alta de la pirámide social la ocupaban los españoles nacidos en la península. Tras ellos aparecían los criollos, los descendientes de españoles ya nacidos en América.
En los últimos puestos se encontraban los indígenas, los mestizos (divididos en numerosas castas dependiendo de las etnias de sus padres) y los esclavos llevados desde África.
Mestizaje
En las primeras décadas de colonización, durante el siglo XVI, no existió una sociedad única. Las leyes establecieron la creación de dos tipos de sociedad diferente: la “república de indios” y la “república de los españoles”.
Los segundos, en su mayoría, se agruparon en las ciudades, mientras que los indígenas habitaron las zonas rurales.
En el siglo siguiente la situación comenzó a cambiar. El mestizaje, debido en gran parte al escaso número de mujeres llegadas desde España, provocó que aparecieran diversos tipos de mestizos, las llamadas castas. Dependiendo del virreinato, surgieron leyes prohibiendo estas uniones y negando derechos a los mestizos, pero, al final, su número no paró de crecer.
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