Describa en un texto bien redactado que impacto considera que tienen los objetos tecnológicos
que utiliza habitualmente en su casa y como cree que podría disminuir ese impacto.
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Respuesta:
Muchas personas en todo el mundo se plantean cómo crecer y avanzar con menos recursos. El aumento de la población urbana es uno de los principales factores, puesto que se estima que para 2030 casi un 60 % de la población mundial vivirá en ciudades. Este tipo de migración se observa especialmente en Europa, donde se calcula que, para 2050, más del 80 % de la población vivirá en núcleos urbanos.
Necesitamos recursos para respaldar este crecimiento, y solo podremos conseguirlos si cuidamos del planeta. Mediante el aceleramiento del ritmo de la innovación tecnológica y la democratización de los beneficios que ofrece la nube, la gente podrá avanzar y adaptarse mejor a este mundo de recursos limitados.
Durante la revolución industrial no se priorizó la salud de del planeta ni la de sus habitantes, y los costes y beneficios de estas transformaciones se distribuyeron de forma desigual entre comunidades y países. Sin embargo, la revolución que vivimos hoy en día es muy diferente: la «cuarta revolución industrial», como se la ha llamado, ofrece más información y más datos que nunca. Estamos descubriendo nuevas formas de usar la tecnología para reducir los gases de efecto invernadero y gestionar el consumo de recursos de forma que todo esto resulte positivo tanto para la economía como para las comunidades y el medio ambiente.
Un aumento de la población implica un crecimiento de la demanda en nuestro sistema de transportes, servicios sanitarios y servicios públicos. Para hacer frente a esto, los gobiernos y ayuntamientos están empezando a adoptar la tecnología «Smart City», que conseguirá que nuestras zonas urbanas sean más seguras, saludables y, en definitiva, que se conviertan en un lugar mejor para vivir. Pero para hacer realidad estos servicios es necesario disponer de una infraestructura básica más fuerte.
El municipio neerlandés de Heerhugowaard se ha asociado con Microsoft, IBM y otras empresas para probar una plataforma de red energética inteligente, el tipo de plataforma que suministrará energía a las ciudades del futuro. En la actualidad, la mayoría de la energía es generada por una sola fuente y se mueve en una sola dirección: hacia los consumidores. Pero esto está a punto de cambiar. En un futuro próximo, las fuentes de energía serán más diversas y esta fluirá en ambas direcciones, desde los consumidores hasta la red. Sin embargo, para hacerlo posible, necesitamos implementar controles inteligentes en nuestros sistemas energéticos.
Gracias al proyecto «Energiekoplopers», 200 hogares de un mismo barrio de Heerhugowaard han sido equipados con fuentes de energía renovables, medidores y termostatos inteligentes. Todos estos hogares están conectados a la plataforma Smart Energy Service Platform (SESP), desarrollada por ICT Group, que funciona con Microsoft Azure. La plataforma SESP combina el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), el Big Data y tecnología de aprendizaje automático en un solo sistema y ofrece una mejor perspectiva sobre cómo se está usando la energía en el barrio. Esta plataforma también se adapta a la iniciativa paneuropea Universal Smart Energy Framework (USEF), que genera un estándar para los sistemas inteligentes de energía. A través de la SESP, la energía ya no es un intercambio en una sola dirección cuyo origen parte del proveedor, sino que una tecnología como esta permitirá a todos contribuir a un flujo de energía más inteligente y saludable.
El potencial de esta prueba es muy grande. En el futuro, todos los hogares, oficinas, coches, instalaciones industriales y otros servicios de Smart City necesitarán usar una red inteligente flexible Y contribuir a ella para asegurarse de que todo el mundo tiene la energía que necesite, cuando la necesite.