desarrollos hechos narrados en orden de la llorona del 1, 2, y 3 párrafo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Análisis narrativo de relatos desde una perspectiva estructuralista
Para Fournier (2005), la obra literaria se compone de contenido y forma, elementos que integran la estructura de una obra, llámese cuento, novela, teatro o poema. El argumenta que “la forma es el esqueleto o armazón en el cual se haya distribuido el contenido” (Fournier, 2005, p. 64). El análisis literario se basa en el estudio de los elementos constituyentes de un texto literario sobre la base de unos conocimientos teóricos para llegar a conocer cómo funcionan.
El inicio de La llorona en la versión colombiana relata la tétrica caracterización de la protagonista, confrontando su aspecto con la descripción del buen origen que tenía antes de su desgracia. Seguidamente se relatan en orden los eventos que la llevaron a tal situación haciendo énfasis en que a su estado llega por involucrase en una relación rechazada por la familia representada en todo el relato androcéntrica y patriarcalmente. Finalmente, el relato termina con la creación de un símbolo “el niño muerto” que será utilizado para recordar no solo la desgracia de la muchacha “sino” para moralizar sobre los actos de rebeldía hacia la fuente del orden y el poder en la familia. Así, desobedecer al padre lleva a la muerte del hijo y la desgracia de la madre.
De tal suerte que en la versión colombiana de la llorona no solo se construye un imaginario simbólico para prohibir a riesgo de coacción, terror y turbación la infidelidad, el desorden (borrachera) o la desobediencia explicitas en el relato, en definitiva, cualquier preferencia dionisiaca sin control ni freno propias de lo humano; sino además que la leyenda increpa, advierte y ata el modelo de clan familiar androcéntrico y patriarcal predominante en la mayoría de las regiones del país donde los “padres” escogían con quien casar a sus hijos e hijas a través de la puesta en escena de un relato en forma de leyenda que seguramente tuvo más de hecho que de mito. Ni el aspecto de la muchacha ya en desgracia es descrito tan fantasmagóricamente, ni los hechos acaecidos son tan descabellados. Es plausible que en muchas regiones del país hayan sucedido hechos similares. Tal vez las mencionadas “apariciones, alaridos y espantos de la llorona” no son más que los códigos que se crean en quien escucha la leyenda cuando cada vez que es contado nuevamente el relato. No es ni material ni positivamente real tal aparición, pero el relato y su mensaje se suman al imaginario normativo y moralizador que se construye a través de este tipo de leyendas, sobre todo si son contadas en contextos familiares y desde personajes cronológicamente desiguales (de padres o personas mayores a hijos, allegados o conocidos) lo que constituye marcos referenciales de comportamiento. Similitudes entre las dos versiones
Una de las principales similitudes de la versión nicaragüense y la versión colombiana de La llorona es su trágico final, pues en las dos la protagonista se convierte en una persona fuera de la realidad, que o deambula por las calles gritando “¡Ay mis hijos!”, o se le aparece a infieles y borrachos, dando fuertes alaridos y espantándolos. En ambas versiones aparece otro personaje que representa un modelo de familia, en la nicaragüense es la “madre” y en la colombiana es el “padre”, dando con ello a entender el aspecto familiar para el que se cuenta la historia sobre todo si se tiene presente que fue la desobediencia en ambos casos lo que produjo o la perdida de razón o la desgracia. También el hecho de que en ambas versiones el embarazo sea tan explícito deja entrever que la leyenda buscaba que se tuviera presente que si una muchacha se relacionaba con hombres se podía embarazar, que la finalidad del enamoramiento era tal vez formar otra familia y que por consiguiente había riesgos que no se podían correr al respecto.
Las historias que no tienen un final feliz tienen mucho poder en transmitir su mensaje, puesto que dejan claro que el trágico final es producto de los eventos en el desarrollo, muchas veces siendo el caso de malas decisiones. Este es el caso de La llorona en las dos versiones analizadas.
Diferencias entre las dos versiones
Una de las diferencias en las dos versiones elegidas para análisis es el orden o secuencia narrativa con la que se ofrece lo narrado. Según Barthes (1977), no siempre la historia se ofrecerá al lector en forma cronológica, mientras en la versión nicaragüense la advertencia de la desobediencia aparece mucho después de ocurridos los hechos en la versión colombiana desde el principio se deja claro que la relación de la joven era rechazada por la familia. Mientras en la primera versión la joven trata de enmendar su error lanzando al bebe al rio, en la segunda la muchacha quiso que nadie le quitara a su hijo. De tal manera que las dos versiones son dirigidas a receptores distintos.
Explicación:
Ahi esta espero que te sirva ya lo tenia antes xd no se si estara bien bro.
Respuesta:
no se estoy en eso :) xd
Explicación:
xd y gracias?