desarrollo de la dinastia de los abbasidas
Respuestas a la pregunta
La dinastía de los califas abasíes (750-1258), fue la más duradera del mundo islámico medieval, gobernando desde el año 750 de nuestra era, cuando le arrebataron el poder a los Omeyas; finalizando su reinado en el año 1258, cuando Bagdad fue conquistada por los mongoles. Los cinco siglos de la dinastía abasí en Irak coinciden con el mayor florecimiento de la civilización árabe-musulmana.
Descendientes del tío de Mahoma al-Abbas, junto con sus primos alíes, los abadíes aspiraban al califato, ára la época bajo el imperio de sus rivales, los califas omeyas, suplantándolos finalmente, después de una habil propaganda, con una insurrección armada en la que tuvieron una gran ayuda de elementos no árabes, especialmente pérsicos, en las regiones orientales del Imperio (Khorāsān).
Exterminados los omeyas, fijando su residencia en Irak. El primer califa, Abu l-Abbas, residió en Cufa, mientras que el segundo, al-Mansur (754-775) fundó Bagdad.
El punto culminante del poder de los abasíes se alcanzó con al-Mansur, con su sobrinoHarun ar-Rashid (786-809) y el hijo de éste, al-Ma'mun de este (813-833), bajo los cuales se mantuvo la unidad del imperio y Baghdād se transformó en la gran metrópolis de Oriente.
Sin embargo, con los sucesores de al-Ma'mun se inició la declinación, limitando rápidamente la autoridad del califa sólo a Irak, bajo la tutela de los jefes militares turcos (antiguos (comandantes de la guardia del Califa), que sólo dejaron al califato abasí, una sombra de soberanía.
La dinastía de los califas abasíes (750-1258), fue la más duradera del mundo islámico medieval, gobernando desde el año 750 de nuestra era, cuando le arrebataron el poder a los Omeyas; finalizando su reinado en el año 1258, cuando Bagdad fue conquistada por los mongoles. Los cinco siglos de la dinastía abasí en Irak coinciden con el mayor florecimiento de la civilización árabe-musulmana.
Descendientes del tío de Mahoma al-Abbas, junto con sus primos alíes, los abadíes aspiraban al califato, para la época bajo el imperio de sus rivales, los califas omeyas, suplantándolos finalmente, después de una hábil propaganda, con una insurrección armada en la que tuvieron una gran ayuda de elementos no árabes, especialmente pérsicos, en las regiones orientales del Imperio (Khorāsān).
Exterminados los omeyas, fijando su residencia en Irak. El primer califa, Abu l-Abbas, residió en Cufa, mientras que el segundo, al-Mansur (754-775) fundó Bagdad.
El punto culminante del poder de los abasíes se alcanzó con al-Mansur, con su sobrino Harun ar-Rashid (786-809) y el hijo de éste, al-Ma'mun de este (813-833), bajo los cuales se mantuvo la unidad del imperio y Baghdād se transformó en la gran metrópolis de Oriente.
Sin embargo, con los sucesores de al-Ma'mun se inició la declinación, limitando rápidamente la autoridad del califa sólo a Irak, bajo la tutela de los jefes militares turcos (antiguos (comandantes de la guardia del Califa), que sólo dejaron al califato abasí, una sombra de soberanía.
Después de haber pasado por el gobierno efectivo en Baghdād de los iraníes Buwaihidi (S. X y XI) y de los turcos selyúcidas (S. Xi y XII), el califato abasí tuvo un breve renacimiento de su autoridad en el S. XII, pero terminó siendo arrasado a mitad del S. XIII por los mongoles, que conquistaron Bagdad y asesinaron al último califa al-Mustasim (1258).
Lo más sorprendente de la dinastía abasí es el enorme desarrollo cultural que su gobierno llevó al mundo árabe en prácticamente todos los campos del conocimiento, desde la astronomía a la alquimia, desde las matemáticas a la medicina, la óptica y así sucesivamente, estando en esa época los científicos árabes, en la primera línea del progreso científico.
Este desarrollo tenía principalmente un fundamento religioso: los abasíes, en la fuerte impronta islámica dada a su gobierno, estuvieron fuertemente influenciados por los preceptos del Corán y de los Hadith para los cuales "la tinta del sabio es más sagrada que la sangre de un mártir", haciendo hincapié en el valor del conocimiento para el desarrollo de la verdadera fe, haciendo del mundo musulmán el centro intelectual de la ciencia, la filosofía, la medicina y la educación; empezando por la creación en Bagdad de la "Casa de la Sabiduría" , en la que eruditos musulmanes y no musulmanes trataron de traducir y recopilar todo el conocimiento presente bajo el dominio arabe.