Definición etimológica y real de argumentos
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Sustantivo masculino. Es un razonamiento, idea, testimonio o explicación que se emplea para demostrar o probar una proposición que puede ser verdadero o falso. Materia, tema, cuestión o propósito en que se trata en una determinada obra. Sinopsis o [[:resumen]] de una obra literaria o de los capítulos que se compone.
Esta palabra etimológicamente es de procedencia latina bajo denominación «argumentum» con el mismo significado.
El argumento de autoridad
Se denomina así, porque es el que brinda un respaldo a sus razones en cuanto lo que tiene que ver con la imagen, la honra, el crédito o buen nombre de un individuo, quien se estima como una autoridad en algún tema específico. En tal efecto, el argumento se basa en sus postulados y se emplea de una manera que prescinde de recurrir a otros eventos o evidencias que le sirvan de sustento.
El argumento lógico
De acuerdo con la Lógica, el argumento se entiende como un grupo de premisas, mismas que van seguidas por un corolario. De ese modo, la conclusión reemplazaría a la consecuencia lógica propia de las premisas, así que únicamente si se presenta de esta forma será considerado con validez y solidez, por lo tanto, en algo que convence y persuade.
El argumento deductivo
El argumento deductivo es el que presenta una estructura lógica, que a su vez, luego de unas premisas reales, se consigue llegar a una conclusión igualmente verdadera. En síntesis, el argumento deductivo parte de un razonamiento universal, en dirección a uno individual. Un caso de argumento deductivo es: “todos los seres humanos son mortales. Carlos es una persona. Por consiguiente, Carlos es mortal.”
El argumento inductivo
El argumento inductivo es aquel que se caracteriza por no estar sustentado obligatoriamente por unas premisas ciertas, que conduzcan a una conclusión con validez. En comparación con el argumento deductivo, en este caso no existe ningún acuerdo con respecto a tener en cuenta un argumento como válido, ya que el argumento de tipo inductivo no permite las generalizaciones en la conclusión y por ende, se llega a ella basándose en sus premisas. En consecuencia, el argumento inductivo, distinto a lo que sucede con deductivo, parte de lo particular en dirección a lo general. Un caso que ejemplifica el razonamiento inductivo errado, lo podemos ver así: “El vehículo de Miriam es rojo, el automóvil de Alberto es rojo; entonces, todos los carros son rojos”