definición de adquisición de buenos hábitos higiénicos alimentarios
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Adquirir unos buenos hábitos es imprescindible para disfrutar de una vida sana; por ello es importante invertir tiempo y esfuerzo en la etapa infantil, esa en la que el cerebro, al ser más plástico, está más predispuesto al descubrimiento de sabores, sensaciones y texturas. La exposición temprana a unos u otros alimentos es determinante para la inserción de esos hábitos alimentarios saludables que, con toda seguridad, acompañarán al individuo en su etapa adulta.
Explicación:
ojala te ayude
Respuesta:
Los hábitos alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, que conducen a las personas a seleccionar, consumir y utilizar determinados alimentos o dietas, en respuesta a unas influencias sociales y culturales.
El proceso de adquisición de los hábitos alimentarios comienza en la familia.
La Infancia es el momento óptimo para adquirir unos buenos hábitos alimentarios. Estos se adquieren por repetición y de forma casi involuntaria, la familia tiene una gran influencia y esta se va reduciendo a medida que los niños crecen.
En la adolescencia, los cambios psicológicos y emocionales pueden influir en la dieta, dando excesiva importancia a la imagen corporal, tienen patrones de consumo diferentes a los habituales: comidas rápidas, picoteos…
En cambio en los adultos y en las personas de edad avanzada los hábitos alimentarios son muy difíciles de cambiar.Los alimentos actúan como unión social, porque se comparten con la familia, amigos… están siempre presentes en las demostraciones de amistad, cariño, etc. También permiten intercambios de ideas. Casi todos los acontecimientos humanos están ligados a eventos gastronómicos como las bodas, las ceremonias, las celebraciones, los congresos.
También existen factores que determinan los hábitos alimentarios como son los factores fisiológicos (sexo, edad, herencia genética, estados de salud, etc.), factores ambientales (disponibilidad de alimentos), factores económicos, o factores socioculturales (tradición gastronómica, creencias religiosas, estatus social, estilos de vida, etc.)