¿De verdad un
diamante es para
siempre?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
entre las formas naturales del carbono y en contra de
lo que pudiera pensarse, desde
el punto de vista termodinámico la más estable es el grafito.
La evolución de diamante
hacia grafito es un proceso espontáneo, ya que siempre hay
una tendencia a la conversión
hacia una forma de máxima
estabilidad. Ahora bien, a temperatura y presión ambiente
la velocidad con la que dicha
transformación transcurre es
extremadamente lenta, al estar
implicados átomos de carbono
que están rígidamente enlazados y por ello con muy poca
movilidad, por lo que pueden
pasar miles de años hasta ver
algún cambio apreciable. Por
tanto la cinética química salva
a los joyeros y usuarios de las
amenazas de la termodinámica, de manera que, en nuestra
escala temporal ‘un diamante
es para siempre’ y nos libraremos de ver cómo una preciada
joya acaba convirtiéndose en
una vulgar mina de lápiz
Explicación:
espero que te sirva :)
Respuesta:
A presión y temperatura ambiente, un diamante decae muy poco a poco hacia la forma estable del carbono en esas condiciones, el grafito, la mina de lapicero. Pero eso exige miles de millones de años. A escala humana y si se trata con cuidado para que no se deteriore, un diamante sí es para siempre.