De qué tenían que liberarse para tener una autonomía política que les permitiera negociar directamente con los comerciantes de otros países
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hola como estas
Hemos querido contribuir a la conmemoración del Centenario de la República con una
reflexión crítica de los acontecimientos que nos separaron de Colombia. El enfoque que damos a
nuestro análisis seguramente será chocante para muchos, pues rompe con la visión usual de este
fragmento de la historia panameña. Pedimos al lector paciencia y poner mucho cuidado con las
citas bibliográficas que sustentan nuestras afirmaciones.
Probablemente el título de este ensayo sonará pretensioso, pero de ninguna manera es
nuestra intención presentarnos como supremos detentadores de la verdad histórica. Pero no
evadimos la polémica, ya que del debate serio es que nace el conocimiento. Ningún aporte
científico está exento de polémica, al menos en sus inicios, y esto es mucho más cierto en la
Ciencia Social, de la cual consideramos a la Historia parte sustancial.
Quien crea que de la historia panameña está todo dicho se equivoca. A nuestro juicio, hay
muchos e importantes aportes que recién han aparecido a la luz pública en los últimos diez años,
los cuales no han sido incorporados a la enseñanza de la Historia formalmente, ni mucho menos
aceptados por la “historia oficial” que se cuenta en nuestras escuelas y universidades.
Aún queda mucho por esclarecer y redescubrir de nuestro pasado, sobre el cual se han
vertido cientos de páginas interesadas en difuminar los hechos o cubrirlos con un velo, como
reza el Himno Nacional, para que la cruda realidad no aflore proque ello no conviene a los
detentadores del poder político y económico.
Este ensayo es un pequeño aporte para la gran labor que espera a nuestros jóvenes
historiadores, entendiendo por esta profesión a todos los interesados en la indagación del pasado
y no sólo a los detentadores de un título universitario.
Casi todos los datos factuales que aportamos provienen de fuentes secundarias, públicas y
bastante accesibles. No hemos concurrido a ningún lugar secreto de donde traer la “antorcha” de
la verdad. Los hechos están ahí, a la mano de cualquiera. Y, sin embargo, se los ignora por
conveniencia o por la simple confusión derivada de la repetición mecánica.
Hemos creído nuestro deber ponerlos sobre la mesa porque, como dice la trillada frase,
todo pueblo que no aprende de su pasado, se ve obligado a repetir sus errores. Si hay un país en
que esto es completamente cierto, ese es Panamá. Avanzar por la verdadera senda de la
independencia nacional, de la soberanía por la que tantos dieron sus vidas, no es posible si no conocemos a los verdaderos enemigos externos, que han venido a someternos, y a los internos
que, como Judas, nos venden por pocas monedas.
Explicación:
Bendiciones, cuídate mucho en estos tiempos que estamos viviendo en el mundo entero.:)♥☻☺☺☻♥