de que otra manera se puede dar buen testimonio
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La definición del testimonio
«Las circunstancias por las que Dios nos hace pasar constituyen un factor esencial de nuestra vocación, de la misión a la que nos llama; no son un factor secundario. Si el cristianismo es el anuncio de que el Misterio se ha encarnado en un hombre, las circunstancias en las que uno toma posición ante este hecho frente al mundo entero son importantes para la definición del testimonio» (L. Giussani, El hombre y su destino, Encuentro, Madrid 2003, p. 61).
Cada uno de nosotros puede juzgar si el modo con el que nos hemos testimoniado nuestro intento de vivir y de comunicar el cristianismo ha sido adecuado o no en la circunstancia histórica en la que nos encontramos. La primera verificación de la forma de nuestro testimonio la realizamos nosotros para nosotros mismos. Si no llevamos a cabo esta verificación, aunque luego repitamos las palabras que nos hemos dicho, todo será abstracto. De hecho, si aquello de lo que hablamos, si aquello que recibimos no arraiga en nosotros y nos implica a nosotros en primer lugar, será inútil también para los demás: si no pasa a través de nosotros, si no se encarna en nosotros, si no penetra hasta nuestras entrañas, ¿qué es lo que comunicamos? Palabras, palabras, palabras. Por eso lo que condensa todo cuanto hemos dicho es la experiencia presente.
¿Qué es lo que hemos visto? ¿Qué experiencia ha producido en nosotros todo lo que hemos visto y vivido? Y, en segundo lugar, ¿estamos disponibles para seguir y para secundar lo que hemos visto suceder en nosotros durante estos días? Nosotros obedecemos a Aquel que actúa en todo lo que ha sucedido en nosotros y a nuestro alrededor, si hemos tenido un mínimo de ternura para con nosotros mismos, un mínimo de amor a nosotros mismos, a nuestra vida, a nuestro cumplimiento para reconocerlo. Y si no ha sucedido nada, es mejor que nos vayamos, que cerremos la puerta y tiremos la llave a la papelera.
Continúa la frase de don Giussani que acabamos de citar: «Por cómo tomamos esa postura [la forma del testimonio] se comprende si vivimos y en qué grado la pertenencia, que es la raíz profunda de toda expresión cultural. En efecto, toda expresión cultural nace de una pertenencia determinada, brota de aquello a lo que se pertenece. No es necesario que tengamos conciencia de ello teóricamente; podemos carecer de una conciencia adecuada pero, de hecho, lo que decide nuestra expresión cultural es aquello a lo que pertenecemos» (ibídem). Aquello a lo que pertenecemos, aquello en lo que participamos, es lo que define nuestra expresión cultural. Por ello, si no hemos hecho experiencia de pertenecer al acontecimiento que nos ha sucedido, nuestra expresión cultural estará necesariamente determinada por otra cosa, por otra pertenencia. Entonces, la verificación de aquello a lo que pertenecemos es nuestra forma de estar en la realidad.
Hemos repetido muchas veces esta frase, pero es como si nunca acabásemos de aferrar todo su alcance, de comprender su significado, porque las circunstancias nos provocan sin tregua, cada día se muestran más decisivas y reclaman de nosotros un movimiento para comprender cada vez más qué es la fe, qué significa vivir la fe, qué experiencia hacemos nosotros de la fe en esta circunstancia histórica, en relación con la cual se define el testimonio, la forma del testimonio. De hecho, no podemos vivir la fe fuera de la historia, no podemos imaginar un testimonio que sea ahistórico. Nosotros no vivimos por el aire, vivimos en las circunstancias, delante de los desafíos, en un momento concreto del tiempo. Por eso la forma del testimonio puede ser distinta, porque se determina en relación con las circunstancias históricas. Esto no significa renunciar al origen de nuestra experiencia, sino que este origen se encarna en las circunstancias históricas, de modo que podamos verificar si dicha experiencia resiste la evolución de los tiempos, la presión de los cambios.
Explicación:
Espero que te ayude
Respuesta:
teniendo fe y se podría utilizar versículos de la biblia