De qué manera se refleja el sincretismo cultural en las festividades?
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Para la antropología es difícil sostener que no exista cultura que no presente elementos provenientes de manera difusa o que tome ciertas licencias, extraídas de alguna otra parte que no sea su propio entorno sociocultural. Dado que el término no ha resultado ser tan útil para referirse a experiencia en concreto, no son pocos los antropólogos que cuestionan su uso para cualquier estudio etnográfico o fenómeno cultural específico.
En concreto, el término solo cobra sentido para las teorías funcionalistas de la cultura que presuponen unidades sociales o culturas unificadas y bien delimitadas. Sin embargo, el término conlleva a una serie de problemas de carácter histórico, sin mencionar el poco alcance y precisión descriptiva relacionada al orden y cambio social. Por ende, solo sería comprensible dentro de los marcos de la teoría funcionalista clásica. Por ejemplo, Malinowski ([1945] 1961). Tanto etnohistoriadores como difusionistas también usaron el término para describir sistemas culturales emergentes tras el choque histórico entre pueblos discímiles, como por ejemplo los afroamericanos. Ver: (Herskovits 1990).
Respecto a los estudios de religión comparada, el término fue utilizado – durante el siglo XVII - para condenar la adulteración de la “verdadera” doctrina cristiana; aunque a finales del siglo XX se le sigue empleando, pero ahora para referirse a la mezcla de diversas tradiciones religiosas. Al mismo tiempo, es utilizado en antropología de la religión para referirse a los sistemas híbridos, específicamente a los relacionados durante la colonización europea. Por ejemplo, el Zionismo africano, estudiado por Jean Comaroff (1985, 250).
No son pocos los estudios que sugieren su anacronismo y obsolescencia práctica, en lo concernientes a la antropología, particularmente a partir de los cambios ocasionados por la expansión de sistemas económicos, comunicativos y políticos globales. Ante todo esto, la noción de sincretismo –que sugiere la mezcla de dos tradiciones holísticas– es a todas luces limitada, por no decir insuficiente para describir la cantidad de intercambios culturales que acontecen en todo el mundo.