Salud, pregunta formulada por nicolramosmartinez4, hace 9 meses

¿de que manera participaban las mujeres en los monasterios? destingue por asterisco casa una de ellas​

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Contestado por 2468sabes
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    Los dos caminos que se abren al cristiano en la Edad Media cuando se plantea su modo de vida durante la edad adulta son matrimonio y monacato. Ambos tienen ventajas y perjucios, pero ninguno es fruto solo de la decisión personal puesto que la presión del grupo familiar es determinante. En la segunda vía trata tanto de las instituciones religiosas en sentido estricto como de otras formas de vida religiosa que están a uno u otro lado del claustro. Lo primero que le llama la atención cuando observa la bibliografía al uso sobre la institución monástica es que, en general, parece que era un fenómeno casi privativo de varones, en el que las mujeres solo participan de forma marginal. A tenor de la normativa eclesiástica quizás era intención de esa jerarquía puesto que las palabras de Pablo “la mujer que escuche la enseñanza, quieta y con docilidad. A la mujer no le consiento enseñar ni imponerse a los hombres, le corresponde estar quieta porque Dios formó primero a Adán. Además, a Adán no le engañaron, fue la mujer quien se dejó engañar y cometió el pecado, pero llegará a salvarse por la maternidad, con tal de que persevere con fe, amor y una vida santa y modesta” (Pr. Carta Timoteo, 2:11:15). Por tanto el principal papel de la mujer debía ser el de madre. Pero la realidad no es esa, las mujeres participan también en la vida monástica que sirvió a muchas para hacer oír su voz y su personalidad.  Aunque lo hicieron de forma diferente a los varones y casi siempre bajo control de éstos.

   Para averiguar la participación de la mujer en el proceso histórico de una sociedad, se hace preciso utilizar una perspectiva adecuada, que permita observar a varones y mujeres. Y para esto es adecuada la metodología del género (SCOTT, J.W: “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en Historia y género. Las mujeres en la Europa moderna y contemporánea; J. S. Amelang y M. Nash (eds), Valencia, ed. Alfons el Magnànim, 1990, 23-56; G. GÓMEZ- FERRER MORANT (ed), Las relaciones de género, Madrid, Marcial Pons, 1995; NAROTZKY, S. Mujer, mujeres género. Una aproximación crítica al estudio de las mujeres en las ciencias sociales, Madrid, CSIC, 1995). Las instituciones religiosas femeninas en el marco de la cristiandad occidental, el empleo de esta metodología tiene como primera consecuencia poner de manifiesto el activo papel de las mujeres en la historia del monacato. Pero es necesario enmarcar esta parcela del pasado de las mujeres en su contexto general. En la sociedad patriarcal occidental, las mujeres vienen definidas fundamentalmente por su papel en la reproducción, no solo biológica de la especie, sino tb de la sociedad en su conjunto. Esto explica en parte su estrecha relación con el cuerpo, su especial vivencia místico-espiritual, que les lleva en ocasiones a somatizar la experiencia religiosa, provocando la preocupación de los varones, que no acaban de entender las peculiaridades femeninas. No hay que perder de vista que de alguna forma las mujeres se les considera como garantes del orden social recto, desde el momento en que se les da la primacía en el ámbito de lo privado. Para que esto sea así, la sociedad impone ciertas exigencias que suponen su sometimiento al control masculino, puesto que la misión de los varones es la de garantizar que las mujeres cumplan con el papel que se les ha asignado. El ámbito en que ese control tiene lugar es la familia, donde se decide entre otras cosas el destino de las mujeres una vez superada la infancia. En unos casos será el matrimonio y en otros el claustro.

   Uno de los principales problemas que toda familia tiene que afrontar es el de la transmisión hereditaria de los bienes patrimoniales. Es algo que habitualmente plantea problemas que intentan solucionarse mediante la adopción de diferentes estrategias hereditarias que apuntan hacia la institución del heredero único. En estos casos el resto de los hijos reciben su dote y pueden optar entre dos vías: permanecer solteros habitualmente, en la casa del hermano heredero, o buscar fortuna. En el segundo caso, las opciones que se ofrecen son múltiples y más amplias para el varón que para la mujer. Pero siempre hay dos a las que uno y otra pueden acceder, el matrimonio y el monasterio. En ambos casos es necesario disponer de recursos económicos que normalmente vienen garantizados por la dote.

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Contestado por ChrisproYT
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un F por la de arriba FFFFFF

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