De qué manera el consenso puede haber contribuido a la organización de la olla común
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
pueden acceder a los requisitos, las exclusiones son muchas y los montos que
finalmente llegan a los hogares son insuficientes para cubrir necesidades básicas.
Bastaron algunas pocas semanas de confinamiento y drásticas medidas
sanitarias sin un suficiente acompañamiento de protección de ingresos en los
hogares para que reaparecieran, como un fantasma del pasado que pensamos
no volveríamos a ver, las ollas comunes. En el Chile de aproximadamente 25
mil dólares de ingresos per cápita ha aparecido el hambre, la más básica de las
necesidades. No tenemos cifras actualizadas de pobreza desde 2017, pero no
hay mejor indicador de su expansión que el surgimiento de estas organizaciones comunitarias solidarias que proveen alimentación a millares de hogares a
lo largo del país.
Y como siempre, aun en estas circunstancias (más bien, debido a las actuales circunstancias) el mercado no pierde sus oportunidades. Entre los habituales
correos masivos que recibo aparece Mercado Libre ofreciendo lecturas para este
período de confinamiento. Me sorprendo con dos libros de mi autoría más de
treinta años después que fueran publicados: Hambre + Dignidad = Ollas Comunes (ediciones PET, 1986) y Organizarse para Vivir. Pobreza Urbana y Organización Popular (ediciones PET, 1987). El precio desproporcionado me llama la
atención y enoja. Debe haber muy pocos ejemplares disponibles (yo misma sólo
tengo un ejemplar de cada libro guardados desde entonces en mi biblioteca) y
alguien va a lucrar con estas publicaciones que deben estar amarillentas por el
paso del tiempo.
Explicación: