¿De qué forma ponemos en práctica la solidaridad durante la práctica del fútbol?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Juego limpio. El fútbol enseña valores de convivencia fundamentales, de aceptación de normas que velan por los jugadores y por la justicia, que se pueden trasladar a todos los aspectos de la vida.
Respeto. El respeto es un principio clave del fútbol. El respeto por el juego, la integridad, la diversidad, la dignidad, la salud de los jugadores, las normas, los árbitros, los rivales y los aficionados. El mensaje de la UEFA siempre ha sido claro: tolerancia cero ante racismo, violencia y dopaje. El fútbol une a la gente y trasciende las diferencias. El color de la piel es invisible bajo la camiseta. No se tolera la violencia ni dentro del campo ni en las gradas. El fútbol debe ser un ejemplo.
Trabajo en equipo y compañerismo. En el fútbol, cada jugador es en función de otros, tiene algo que aportar, y es todo el que equipo el que pierde o gana. Los individualismos se superan por el bien del equipo, lo que aporta uno es para el bien de todos y las carencias de uno pueden ser suplidas por otros.
Disciplina. Los niños aprenden que en el fútbol hay que cumplir unas normas, hay unas reglas, unos horarios, hay que obedecer al míster, al capitán... Hay que ser ordenados, tener el material a punto, entrenar...
Asumir las frustraciones. De cara a la vida adulta, es fundamental que los niños vayan generando tolerancia a la frustración. En el fútbol se aprende que no siempre se gana, se aprende a perder.
Esfuerzo. Se ganará o se perderá, pero la satisfacción del trabajo bien hecho y del esfuerzo es algo que a ningún jugador se le escapa. Ninguna selección ha llegado al Mundial de Rusia sin grandes dosis de esfuerzo y de trabajo. En un mundo en el que prima la inmediatez y el "lo quiero ya", el fútbol enseña trabajo, esfuerzo y paciencia. Es la filosofía del "partido a partido", que tan bien se puede aplicar a la vida.
Saber disfrutar. El fútbol es un juego, y como tal, hay que disfrutarlo, tanto siendo jugador como espectador. Es un espectáculo, no un negocio. Debe ser diversión.
Humildad. No hay rival débil y los jugadores no son más unos que otros. Todos forman parte del equipo, y todos los equipos son respetables.
Amistad. El fútbol crea lazos de amistad no sólo dentro del campo sino también fuera: favorece las reuniones familiares, las relaciones sociales, el encuentro.
Unidad y liderazgo. El liderazgo, siempre con un espíritu de consenso y de implicación en la toma de decisiones, garantizará el buen hacer en un equipo de fútbol.
El fútbol base y la solidaridad. Aunque sólo nos lleva la punta del iceberg, que son los partidos de primera división de las grandes ligas mundiales, el fútbol está basado en su base, practicado por hombres, mujeres, niños y niñas, y su ejercicio aporta numerosos beneficios al conjunto de la sociedad.