De las siguientes oraciones identifique el núcleo del predicado y los complementos directo e indirecto.
Luego realice la sustituciones de los complementos por átomos
1.- Describen la fiesta a los amigos que no pudieron ir.
2.- Camila fue a comprar los regalos para sus nietos.
3.- Los amigos le armaron una sorpresa a Juana.
4.- El abogado utilizó muchos recursos legales para su cliente.
5.- María invitó a Irene a cenar.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
orque sabes cómo sientes lo que sientes. Así son las cuentas regresivas, como promesas irresolutas que avanzan y avanzan y avanzan. Y así, de a poco, vas dándote cuenta que se te acaba el tiempo; como algo que va a morir sin que puedas evitarlo, pero pactando que harás todo lo posible en refrenar, en intentar, en intentar diez, mil veces si es posible. Aunque sabes que no sea posible. Porque de ser posible, nunca lo hubieras jurado.
¿Y ahora, al final, lo hubieras jurado? ¿Hubieras condicionado tus respuestas, tus habilidades? ¿hubieras condonado el peso o la responsabilidad a alguien más? Pasar de un lado a otro, avanzar, esperar 30 días y preocupándote cuando quedan, ¿10? ¿5? Y cuando llega ya el último, y los últimos minutos, y los últimos segundos... bueno, pues sí, te dices, no lo hubieras jurado. ¡Por qué! Y sí, pudo tener solución antes, antes de este tiempo, antes, tanto antes, y te hubieras cruzado de brazos, simple, sí, pero lleno de pacifismo, anti frenetismo, ríete, espejo.
Ahora que todo acaba, o que la cuenta regresiva se chupa sola, piensas, que nada nunca pudiste hacer. ¿Qué haces entonces? ¿Evocas? Evocas... O dejas de pensar, o juegas un jueguito con geometrías para pasar el rato o le pides a alguien que te cante una canción (y al 50% la estás escuchando cerca del oído y si te preguntasen si duermes, no podrías contestar, durmiendo). O te pondrías a escuchar cómo fluye la sangre por las arterias, y con alguna onomatopeya gigante recrear todo lo que te imaginas... Y todo. Y todo lo que te imaginas. ¿Y por qué fallas? ¿Porque a último segundo no hallas las pistas necesarias o las personas con los conocimientos necesarios? ¿Fue de verdad que no lo pudiste conseguir y tu culpa es más alta que de petardos el campanario se habilita con despegues?
Todo eso, y nada de eso. Ahora, cerrando, quizás sea difícil recuperar. Recobrar. Recobrar. Recuperar. Fundirte en la misma sangre, que es tu sangre, inentendible sangre, propia sangre, caliente sangre.
Pero. Pero qué más da. Así son las cosas, así pasa el tiempo; así te alegras; así te apenas; así te hablas; así visitas Yugoslavia; así, así no más, así como si todo, así como avanzando en el tiempo, conquistando Europa en un barco azteca. Así mismo. Así mismo te sueñas o te escribes la mano, mano sangre, innecesario, vistoso. Te la remarcabas día a día, esperanzado en lograr, ¡lograr antes de tiempo! ¡relajarte, ya, está listo! Pero no se dieron así las cosas... así, así no se dieron... y por día te la volvías a escribir, a reescribir y así hasta el final, el día último, justo después de congelarte en una plaza calentándote las manos en unas costillas entrañables que son de aire y de estrella en miniatura. De lente con rallas de arriba abajo, de ojos con brillos de izquierda a derecha, de cabezas robadas y guardadas en frascos.
Explicación: