DE LA VESTIMENTA INDÍGENA
Durante la época de la Colonia, los españoles obligaron a los indígenas del norte, centro y sur de la Sierra a vestir de
colores diferentes para poder controlarlos y distinguirlos. Con el tiempo, esas vestimentas se volvieron parte de la
identidad de cada pueblo o nacionalidad indígena. Una de las más elegantes y llamativas, es la vestimenta de la mujer
indígena de Otavalo, en la provincia de Imbabura. Estas son las prendas más importantes de su vestuario:
La camisa es una prenda de color blanco, mangas anchas y bordados multicolores que representan las flores y plantas
de la naturaleza.
El anaco blanco es una prenda rectangular de algodón cuyos bordes tienen bordados de colores. Se lo envuelve
alrededor de la cintura y representa lo sagrado de la mujer. El anaco negro es otra pieza rectangular que va sobre el
blanco.
La mama chumbi es una faja grande, elaborada con cabuya y lana roja que simboliza la fuerza. Tiene 12 cm de ancho y
150 cm de largo. Los bordes suelen tener un adorno de color verde. La chumbi es otra faja de 5 cm de ancho y 3 metros
de largo, que da seis o siete vueltas sobre la mama chumbi, dando una forma femenina al cuerpo.
La fachalina es un paño blanco o negro que va sobre la camisa sostenida en la parte superior mediante un nudo o con
prendedores de cobre o plata. Tiene dos formas de ponérsela: sujetada al pecho, demuestra elegancia y, sujetada al
hombro, para elaborar las tareas del hogar con comodidad.
El reboso es una manta que puede ser de cualquier color y la utilizan para cargar en la espalda a los guaguas, o las
compras del mercado u otros objetos. Sirve para protegerse del frío, es también un símbolo de elegancia. Por lo general
lo utilizan las mujeres casadas.
Las alpargatas son un calzado elaborado con base en hilo y cabuya. Las mujeres siempre utilizan alpargatas de color
oscuro.
Gualca son los mullos dorados que se colocan alrededor del cuello en numerosas sartas adornadas con corales o mullos
finos. Representan el maíz y la riqueza de la tierra. La manilla son mullos de color rojo que se ponen en las muñecas.
Permiten que la mujer tenga fuerza en las manos para trabajar la tierra.
1. Sigue el proceso y analiza la lectura:
a) Observo y lee la lectura y coméntala con tu familia.
b) Propósito: Expreso por qué y para qué voy a leer: lee nuevamente la lectura y piensa dónde puedes encontrar información que
amplié el tema. Anoto el nombre de algunas fuentes que podría leer.
c) Conocimientos previos: Recuerda lo que conoces del tema. Identifico las variedades las variaciones lingüísticas.
d) Utilizo el diccionario, para investigar el significado de los términos desconocidos. Luego, construye una oración con ellas.
e) Compara los conceptos y comenta las diferencias en su significado.
2. Con base en la lectura, respondo a las siguientes preguntas: ¿En qué se diferencian la fachalina y el reboso de la mujer indígena
de Otavalo?
3. Escojo otra nacionalidad indígena del Ecuador y consulta sobre las tradiciones de su vestimenta.
4. Dibujo tres de las prendas del vestuario de la mujer indígena otavaleña.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Libros que traten de la época sobre la que se está investigando.
Memorias.
Cartas.
Entrevistas.
Autobiografías.
Diarios o revistas de la época.
Manuscritos.
Discursos
Las variedades lingüísticas son distintas formas que adquiere una misma lengua de acuerdo al lugar en que vive el hablante (esta variedad se denomina dialecto), a su edad (esta variedad se llama cronolecto) y a su grupo social donde también influye el nivel de educación (sociolecto).
Diferencia entre la fachalina y el reboso de la mujer indígena de Otavalo: La fachalina, es la capa que se lleva anudada sobre los hombros, generalmente de colores vivos alegres, como el fucsia o el turquesa. El reboso, es un trozo de tela de paño, que se colocan las mujeres para envolver su cabello trenzado.
Blusas con escotes, mangas largas con bordados hechos a mano y confeccionadas con telas de encaje son las últimas tendencias en la moda de la vestimenta de las mujeres indígenas, en Tungurahua. El ‘boom’ de los nuevos diseños se evidenció hace tres años, cuando Jenny Ainaguano, participó por primera ocasión como candidata a Reina de Ambato, en representación del pueblo Chibuleo. La joven en cada una de sus apariciones en público vestía prendas estilizadas. Estas adaptaciones realizadas a los trajes autóctonos impactaron en las jóvenes de los pueblos Salasaka, Chibuleo, Tomabela y Quisapincha, que también se adentraron a este proceso. Jenny explica que ahora las chicas de las comunidades indígenas se visten con modelos más modernos y sin perder la esencia de la vestimenta que usaban los taitas y mamas. “Se dio la importancia que merece nuestro pueblo, estamos demostrando que nuestras raíces indígenas siguen vivas”. La joven es propietaria de una boutique que comercializa ropa con estas características. Cuenta que con varios estudios se fue adoptando esta transformación. Se mantienen los bordados autóctonos, los colores, los pliegues, que identifican a cada uno de los pueblos de Tungurahua y de todo el país. El uso de esta vestimenta comenzó con el apogeo y el aparecimiento de las entidades financieras indígenas. Una de las características principales es que los empleados y ejecutivos utilicen los atuendos de cada una de las comunidades a las que pertenecen. En estas entidades trabajan más de 600 personas de Licto, Saraguro, Salasaka, Chibuleo y otras
Explicación: