de la mano de quien surgen las primeras manifestaciones en contra el golpe de estado?
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Respuesta:
entro de unos días se cumplirán 32 años del intento de golpe de Estado protagonizado por el teniente coronel Tejero, quien al mando de un numeroso grupo de guardias civiles, asaltó el Congreso de los diputados. El capitán general de Valencia, Jaime Miláns del Boch, movilizó al ejército en su región militar poco después mientras el general Alfonso Armada negociaba la configuración de un nuevo gobierno presidido por militares. Los movimientos en los cuarteles eran vacilantes y la amenaza de días de terror y represión se cernían sobre la población. La respuesta popular de rechazo al golpe, tras el miedo inicial, paulatinamente, iría surgiendo pasadas las primeras horas, hasta alcanzar las movilizaciones más masivas alcanzadas desde la transición. La primera manifestación se produjo en Granada, media hora después de la entrada de Tejero en el Congreso. El relato de esta primera manifestación ha pasado casi desapercibido y las escasas referencias han sido incompletas. Por ello me propongo contarlas tal y como yo las viví. Desde varias semanas antes del golpe, aquel 23-F de 1981, estudiantes becarios protestaban por los retrasos en el pago de sus becas. La situación era especialmente grave, por cuanto eran jóvenes que dependían de ellas para proseguir sus estudios en Granada. Tras diferentes y fracasadas gestiones, decidieron llevar a cabo un encierro en la iglesia de los jesuitas en la céntrica Gran Vía. No muy lejos de allí, en la parroquia de S. Idelfonso , en la calle Real de Cartuja, miembros de la Comisión de Parados manteníamos también un encierro, con huelga de hambre incluida, en protesta por la nula respuesta de las instituciones, especialmente referidas al Gobierno Civil, para que librasen fondos, que podrían ser los propios del que hasta entonces había sido denominado empleo comunitario, en la capital granadina y contratando directamente a los parados organizados que reclamaban el puesto de trabajo. En los días previos a la fecha del “tejerazo”, un grupo de los estudiantes becarios visitó a los parados encerrados en S. Ildefonso. En aquella reunión se decidió convocar una manifestación el 23-F a las 19 horas en apoyo a ambos encierros. Hubo diferencias respecto al recorrido que debía tener la manifestación, pero como iba a ser el grupo de becarios quien la promoviera legalmente, se dejó el recorrido tal como se había propuesto; es decir, desde el Salón hasta la plaza de Colón. Tras la marcha de los becarios de aquella reunión, los parados reunidos en la iglesia decidieron que ellos, una vez completado el recorrido oficial, seguirían en manifestación hasta la iglesia S. Ildefonso, donde permanecerían en todo momento los cuatro que estaban en huelga de hambre. Este plan de la Comisión de Parados no gustaría a los becarios/as. Al conocer nuestras intenciones, el día 22 se acercó un grupo de ellos a la iglesia S. Ildefonso [[La elección de la iglesia de S.Ildefonso fue debida a su ubicación en una barriada obrera, castigada por el paro y la pobreza, y a que el párroco y un buen número de feligreses (pertenecientes a las comunidades cristiano-populares) mantenían un fuerte compromiso con los sectores desfavorecidos de la población. Durante la transición y hasta que el párroco fue trasladado, esta iglesia estuvo siempre abierta a los movimientos e iniciativas populares]] para expresar su malestar. Entendían que los parados pretendían reventar la manifestación. Se les dijo que ni mucho menos era esa la intención, sino que como de lo que se trataba era de expresar la solidaridad con los encierros, lo consecuente era que los parados, una vez llegados a la plaza de Colón, continuaran por la Gran Vía hasta la calle Real de Cartuja, lugar de la iglesia. Y a esa marcha, se podría sumar quien quisiera. Los demás podrían, sin más disolverse. Se fueron no muy convencidos.
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