De Dónde surge en el hombre la inclinación de abusar de la naturaleza sin medir consecuencias
Respuestas a la pregunta
Explicación:
El dominio del ser humano sobre la Naturaleza y, de forma indirecta, la
cuestión de la titularidad de derechos por parte de los animales no estuvie-
ron ausentes en los planteamientos jurídicos de la Edad Media y de la Mo-
dernidad, si bien el enfoque fue distinto al que solemos utilizar en la actualidad.
Hoy se advierte, en determinados sectores, un interés por reconocer derechos
en los animales y por equipararles en la medida de lo posible al ser humano, de
modo que se intenta reinterpretar lo jurídico a fin de ajustarlo a ese objetivo.
Los medievales no siguieron este camino, sino que supieron reconocer el valor
de la Naturaleza y de los animales sin necesidad de desvirtuar lo jurídico, pro-
poniendo el respeto y cuidado exigido por el derecho natural. El racionalismo
moderno, en particular con Descartes, rompió con la visión medieval y situó al
ser humano por encima de todo, justificando el dominio absoluto sobre el resto
de la Naturaleza; los animales no eran más que máquinas, incapaces de sentir o
de aportar algo valioso que no le hubiera sido enseñado por el hombre y some-
tidos a la voluntad de éste sin límite alguno. Dos siglos más tarde, los discípulos
Explicación:
se advierte, en determinados sectores, un interés por reconocer derechos
en los animales y por equiparares en la medida de lo posible al ser humano, de
modo que se intenta interpretar lo jurídico a fin de ajustarlo a ese objetivo.
Los medievales no siguieron este camino, sino que supieron reconocer el valor
de la Naturaleza y de los animales sin necesidad de desvirtuar lo jurídico, pro-
poniendo el respeto y cuidado exigido por el derecho natural. El racionalismo
moderno, en particular con Descartes, rompió con la visión medieval y situó al
ser humano por encima de todo, justificando el dominio absoluto sobre el resto
de la Naturaleza; los animales no eran más que máquinas, incapaces de sentir o
de aportar algo valioso que no le hubiera sido enseñado por el hombre y some-
tidos a la voluntad de éste sin límite alguno. Dos siglos más tarde, los discípulos