cultura republica romana
Respuestas a la pregunta
En alguna medida, todo lo que somos y sabemos constituye una herencia de la cultura greco-romana. Esto significa que nuestras leyes, idiomas, construcciones, sistema numérico y filosofía poseen una raíz común: Grecia y Roma.
Roma es, para la mayoría, sólo la capital de Italia. Sin embargo, el desarrollo social alcanzado, y la extensión territorial de su imperio, la convirtieron en un modelo de organización de la antigüedad.
Hoy, con la distancia que provocan los siglos, debemos estudiarla como un hecho integrado en la Historia Universal; debemos comprender que cada una de sus etapas significó años de crecimiento y maduración de la civilización humana, y que de no haber existido esta cultura, nuestra sociedad sería más precaria jurídica y culturalmente
Organización política:
En su evolución política, Roma pasó por tres etapas fundamentales: Monarquía, República e Imperio.
La Monarquía se extendió desde el 753 al 509 a.C. Durante ese período, Roma estuvo bajo el poder de los reyes etruscos. Ellos eran asesorados por el Senado, cuyos miembros eran elegidos por el rey. La dominación etrusca no fue aceptada por los latinos, y en el año 509 a.C. destronan al último rey etrusco, estableciendo la República como forma de gobierno. El despotismo de Tarquino hizo que el título de Rex, rey, fuera por siempre abominable en Roma.
La institución básica de la sociedad moderna romana es la familia, compuesta por el padre, madre, los hijos, los familiares directos, los clientes, los esclavos y los bienes. La población estaba dividida en dos grupos u órdenes: patricios y plebeyos.
Durante la República (509 al 531 a.C.) el poder estuvo en manos de una oligarquía (gobierno de unos pocos, que generalmente pertenecen a la aristocracia). Se eliminó el cargo de rey, y sus funciones las cumplían dos cónsules, elegidos cada año. En los tiempos de la República, el Senado era el órgano supremo del gobierno, y estaba constituido por los jefes de las familias patricias (miembros de la aristocracia). Se eliminó el cargo de rey, y sus funciones las cumplían dos cónsules, elegidos cada año. En los toempos de la República, el Senado era el órgano supremo del gobierno, y estaba constituido por los jefes de las familias patricias (miembros de la aristocracia)
Los patrocios derivan su origen de las familias más antiguas de la cuidad que se decías desendientes de algún antepasado ilustre, de un Pate, por lo cual se denominaban con orgullo, patricios. El patriciado se componía de tres tribus: los armes, tos ticios y los lúceros. Cada tribu se dividía en diez curias. En los comienzos de la república, sólo ellos eran cuidadanos y formaban el populus romanus.
Sobre los patricios recaían todos los deberes, pero sólo ellos gozaban de derechos públicos.
Los plebeyos (hombres libres que no pertenecían al patriciado ni poseían derechos políticos),La plebe se componía de elementos de origen diverso y se formó cuando ya se había iniciado la vida política y social de Roma. Como no tenían pater no pertenecen a la populus. No podían casarse con patricias. Fueron aumentando en número y riqueza, y comenzaron a exigir un trato más igualitario. Ellos eran los que integraban la mayoría del ejército, del cual dependían los patricios para defenderse de las amenazas externas. Con esta importante carta a su favor, y tras muchas presiones y una rebelión, los plebeyos lograron algunos de sus objetivos, como:
derecho a elegir a los cónsules y demás magistrados.
Derecho a votar en los proyectos de ley y a declarar la guerra.
Derecho a elegir los Comicios Tributos y Tribunos de la plebe con derecho de auxilio y derecho de veto frente a los fallos judiciales y a las medidas de los magistrados.
A casarse con patricios.
A ser elegidos censores, cuestores, pretores, ediles, curiles, consulado.
A que el Tribuno de la Plebe, sea admitido en el Senado.
Derecho a tener la cuidadanía romana, etc.
Estas conquistas provocaron profundos cambios, de la fusión de las familias patricias y de las familias plebeyas surgió una nueva arstocracia, los optimates o nobiles, que se convirtieron en las familias típicas de la burguesía